Hay un nuevo giro de guion en la macabra historia del asesinato de Tailandia. Nadie parecía haber visto ni oído nada la noche en la que Daniel Sancho (29 años) mataba presuntamente a Edwin Arrieta y lo descuartizaba posteriormente en el bungalow de un resort de Koh Phangan. Hasta ahora... Un nuevo testimonio viene a arrojar luz sobre lo que habría sucedido horas después de que se cometiera el crimen.
Un hombre bielorruso que se alojaba en la finca contigua a la del acusado ha hablado con El programa del verano de Telecinco para revelar cuál era su actitud horas después de haber matado presuntamente al cirujano colombiano con el que mantenía una relación secreta. Según este testimonio, el hijo de Rodolfo Sancho (48) se hizo notar, y mucho, en el establecimiento donde se alojaba.
Aún no se había descubierto el cuerpo desmembrado de Edwin, que había sido repartido por un vertedero y el mar, y por tanto todavía no había intervenido la Policía. Lo que llamó la atención de este testigo fue la actitud eufórica y ruidosa del chef, que nada hacía presagiar que hubiera cometido tal atrocidad.
"De las tres a las cuatro estuvo saltando a la piscina y teniendo una conversación en tono muy alto en español. No sé si era por teléfono o con alguien, porque no puedo verlo desde mi casa, pero en mi opinión alguien más estaba ahí o estaba hablando y bebiendo solo", ha desvelado. Tal escándalo habría armado que sus vecinos se habrían despertado y habrían estado a punto de llamar a las autoridades para que intervinieran. También asegura haberle visto por las instalaciones del establecimiento, despreocupado, pero siempre solo.
Una forma de proceder tan extraña, teniendo en cuenta que, según relatan los informes de la investigación, Daniel acababa de matar a Edwin Arrieta, al que descuartizó posteriormente para deshacerse de su cadáver. Esta fiesta en solitario (o quizá en compañía de alguien) añade un toque más macabro si cabe a este suceso. Su actitud relajada, en cambio, duraría poco, pues unas horas más tarde fue detenido y acusado de asesinato tras ir a comisaría a denunciar la desaparición de su amigo. Los habitantes del resort donde sucedió todo volvieron a verle durante la reconstrucción de los hechos, donde parece que el joven mostró una actitud fría "y súper chulesca".
Estas nuevas informaciones se producen antes de que la policía tailandesa ofrezca la esperada rueda de prensa en la que darán todos los detalles que tienen del caso. Mientras tanto, en España sus padres siguen centrados en poner todos los medios legales a su alcance para que se aclare este crimen que los ha destrozado. Tanto Rodolfo como Silvia Bronchalo ya han podido hablar por teléfono con Daniel, aunque de momento no viajarán a Tailandia por motivos de seguridad y también porque están emocionalmente devastados para afrontarlo. Eso no quiere decir que descarten visitarlo más adelante.