"A mi hijo lo asesinaron". Esta es la primera frase que se escucha en La noche de Mario, el primer capítulo de Las últimas horas de Mario Biondo, la serie documental que emitirá Netflix a partir de este próximo jueves, 3 agosto, ofreciendo "una visión retrospectiva y reflexiva sobre uno de los sucesos más mediáticos de la historia de España", que una década después sigue despertando el interés de propios y extraños. El cámara de televisión, casado con la presentadora Raquel Sánchez Silva (50 años), murió en extrañas circunstancias el 30 de mayo de 2013.
El primer episodio, al que ha accedido EL ESPAÑOL en primicia, comienza con una frase contundente de Santina, la madre de Mario Biondo, quien 10 años más tarde sigue investigando qué pasó con su hijo. El cámara de televisión apareció muerto en su casa de Madrid, colgado de una estantería. Tras varias especulaciones sobre los motivos del fallecimiento, la autopsia determinó que se había suicidado, pero su familia nunca lo creyó y apuntó a la hipótesis de asesinato, intentando involucrar a Raquel Sánchez Silva.
En los últimos 10 años ha habido numerosas denuncias, acusaciones y la vida de dos familias marcadas para siempre. El caso continúa y regresa a la primera línea de la actualidad con una serie documental que desvela, entre otros asuntos, cómo fue la última noche con vida de Mario Biondo.
[Dónde estaba Raquel Sánchez Silva mientras se anunciaba el documental de la muerte de Mario Biondo]
Basado en declaraciones de los testigos que están recogidas en los informes periciales, en extractos de sus cuentas bancarias, su historial de Internet y el registro de llamadas telefónicas, el primer capítulo de Las últimas horas de Mario Biondo da luces sobre lo que hacía el cámara la noche del 29 de mayo de 2013, mientras Raquel Sánchez Silva se encontraba en Plasencia acompañando a su tío.
La presentadora salió de la capital a las 20:00 horas tras una fuerte discusión con Mario. Estaba enfadada porque el cámara seguía consumiendo cocaína y aquello afectaba su esterilidad, imposibilitando tener hijos en común, tal y como se detalla en un momento del episodio. En el camino de Madrid a Plasencia, Raquel y su marido mantuvieron alguna llamada, pero muy breve.
Según los registros, la noche antes de morir Biondo llamó a un camello, fue a un cajero y sacó 110 euros. Al llegar a su casa se encontró con una vecina, "la última persona en verlo" y quien declaró que lo vio "raro". Una vez dentro de su piso, pasó tiempo conectado al ordenador, hablando con su familia a través de Facebook. Entre las 12 de la noche y las 2:00 de la madrugada del día 30, habría salido de nuevo, entrando en el prostíbulo Baronet y haciendo cinco consumiciones.
Mario Biondo volvió a casa a las 3:00 horas y desde ese momento no hay más registro de sus actividades. Sólo una llamada que hizo a Raquel Sánchez Silva a las 4:25 horas, pero ella mantenía el teléfono apagado. Más tarde, tras no presentarse en las grabaciones de MasterChef, donde trabajaba como cámara, sus compañeros contactaron con la presentadora, quien tampoco logró localizarlo. Así, pidió a su asistenta que fuera a su casa para saber qué había ocurrido. Ella lo encontró muerto, colgado con un pañuelo de seda en una estantería.
A lo largo del capítulo, los padres y hermanos de Mario Biondo dan su versión de los hechos, contando cómo se enteraron de lo ocurrido mientras mantenían su rutina en Palermo, Italia. La familia del cámara da su testimonio y, pese a cualquier prueba, se muestra convencida del asesinato del cámara.
Se basan en la confianza que tenían con Biondo, quien habría compartido con su familia cualquier inquietud. Además, en un comunicado emitido por la presentadora a través de su cuenta de Twitter, diciendo que la muerte de Mario fue "un accidente". Por otro lado, en un viaje que ella hizo a Formentera, del que presumió en las redes, pocos días después de haber enterrado al cámara en Palermo.
No hay teoría probada que tranquilice a la familia de Mario Biondo. Están convencidos de que, de alguna manera, Raquel Sánchez Silva estaría implicada en la muerte de su hijo y desconfían de cualquier argumento. Al final del primer capítulo se habla de un mensaje enviado por WhatsApp a las 5:59 horas del día 30 de mayo, cuando se ha dicho que el cámara falleció alrededor de las 4:00. Además, se indica que un día antes el marido de la presentadora había contratado un seguro de vida por teléfono y se hace referencia a un móvil que se habría conectado a la red de wifi de la casa en la madrugada de aquel fatídico 30 de mayo, dando a entender que el cámara no estaba solo.
Raquel Sánchez Silva no aparece en el documental. Al menos físicamente. Su historia y versión de los hechos la cuenta su exagente, Guillermo Gómez, uno de los productores de Las últimas horas de Mario Biondo.