La todavía mujer de Dani Alves, que sigue encarcelado a la espera de juicio, ha cumplido años, 31 concretamente, y además de fotografiarse muy sonriente mientras toma el sol y descansa, ha mandado un claro mensaje. "Aquí estoy, sanando heridas de cuchillo, reconstruyéndome a partir de las cenizas, empezando de nuevo. Sería de muy mal agradecida por mi parte decir sola, porque no estoy sola. Estoy dejándome querer por los que me quieren bien y mejor, apreciando cada abrazo o cada gesto y devolviéndolo con mi mejor versión", dice.
Joana Sanz quiere dejar claro que está fuerte pese a la adversidad: "A diferencia de muchas personas rotas, yo sé mi valor. Nunca dejes de saber tu valor. Nada ni nadie tiene el poder en sus manos de desvalorizarte, eres tú quien lo permite. Alguien me dijo que tenía miedo de no estar a la altura, ¿y saben qué? Nadie lo está".