Este miércoles, 19 de abril de 2023, es un día clave, marcado en rojo, en el calendario vital de la actriz Ana García Obregón (68 años) y de su expareja y padre de su malogrado hijo, el conde italiano Alessandro Lequio (62).
Después de semanas de intensidad informativa tras la llegada al mundo de Ana Sandra Lequio Obregón, la hija biológica del malogrado Álex Lequio y nieta de la presentadora, en las últimas horas se ha lanzado al mercado el esperado libro El chico de las musarañas. En el proyecto literario se narra cómo el vástago de Obregón, en efecto, expresó su deseo de convertirse en padre tras su fallecimiento.
Mucho se ha hablado -y especulado- en estos días, en los medios de comunicación, del testamento ológrafo en el que Aless -como lo llamaba su entorno más íntimo- manifestó su intención de dejar descendencia a través de su esperma. Ahora, tras la publicación de su libro -comparte la autoría de la obra con su madre, Ana García Obregón-, se confirma que Álex pidió a sus padres, como última voluntad, que llegara al mundo un hijo suyo.
En este caso, una hija, llamada Ana Sandra. Tal y como plasma Ana Obregón en el libro, en "una luminosa mañana de finales de abril", el joven, hospitalizado en Barcelona, abrió los ojos "muy despacio" y les murmuró, a duras penas por el dolor que le impedía hablar, 38 palabras a sus progenitores.
En ellas, Aless expresó lo que sigue: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo... Prometedme que lo vais a hacer... Por favor..., suplicaste emocionado". Esas son las palabras, literales, que el emprendedor joven manifestó, en la soledad del hospital y sólo en compañía de sus padres.
Un deseo hablado que más tarde, se entiende, se convirtió en un testamento ológrafo una vez plasmado sobre papel. De acuerdo a la narración de El chico de las musarañas, tras su manifestación Ana, deshecha en dolor, le aseguró: "No digas eso, tú tendrás tus cinco hijos cuando estés bien. (..) Pero si es lo que quieres oír, ¡te lo juro!".
En ese punto del relato, cuenta Ana Obregón que Aless se quedó pendiente de la reacción de su padre, Alessandro: "Te quedaste mirando a tu padre esperando una respuesta". Y el conde italiano, también rubricó su conformidad de forma hablada: "Yo también te lo juro", le dijo a su hijo.
Su intento autolítico
A los pocos días de esa manifestación a sus padres, el 13 de mayo de 2020, Álex Lequio fallece y la vida de Ana Obregón y Alessandro Lequio se "apaga" para siempre, como publicó la actriz en sus redes. La llegada de Ana y Alessandro al apartamento que alquilaron en Barcelona, tras la muerte de su hijo, reflejaba el inmenso e inabarcable dolor por la pérdida.
Los dos abrazados ante la adversidad, sujetándose para no desfallecer. De acuerdo a lo que se puede leer en El chico de las musarañas, en el piso barcelonés García Obregón no pudo soportarlo más y llegó a intentar quitarse la vida. "Necesitaba urgentemente desencadenarme de ese dolor para siempre", se expone en la obra.
Fue entonces cuando la artista salió al balcón de su habitación, en aquel séptimo piso: "La decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla, que no era muy elevada. Si me lanzaba al vacío, seguiría viviendo contigo eternamente; si me quedaba en la tierra, me moriría en vida sin ti y no me quería morir. Saltar al abismo era mi única opción para seguir viviendo".
"Cerré los ojos y empecé a marearme, perdiendo ese equilibrio que me mantenía sentada a caballo sobre la barandilla, con un pie de puntillas en el suelo del balcón y el otro colgando en el vacío", añade la actriz. Publica en el libro Ana Obregón que Alessandro la salvó, al aporrear la puerta de su habitación y convencerla para que desistiera de su intento.
"Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?", fueron las palabras sanadoras de Lequio. Ana pisó tierra firme y gritó al cielo: "¡Lo haré, Aless!". Como ella misma reconoce: "Tu padre nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida. Se enterará leyendo estas páginas".