A pesar de haber pasado ya más de dos semanas del anuncio de la maternidad subrogada de Ana Obregón, la noticia sigue formando parte de la actualidad informativa y el debate acerca la gestación por sustitución continúa dentro de la opinión pública. Esto ha provocado que la presencia de Alessandro Lequio como colaborador de El programa de Ana Rosa haya cobrado un cariz distinto al habitual.
El italiano, dado su vínculo con la madre de su hijo fallecido, ha conocido de primera mano todo el proceso de gestación de la pequeña Ana Sandra. De ahí, que el público esté expectante cada vez que surge el tema dentro de la crónica social del magacín presentado por Ana Rosa Quintana.
Es más, el propio tertuliano ha jugado al despiste, con declaraciones ambiguas sobre cada nueva información sobre la bióloga, aunque en las últimas semanas sí que ha despejado algunos interrogantes, como su relación con Ana Obregón o confirmando la existencia del testamento ológrafo de su hijo. Precisamente, esas revelaciones han provocado reacciones que se han replicado en otros programas (incluso ajenos a la cadena), que han hecho que su presencia en el magacín cause una expectación mucho mayor que la habitual.
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Lo curioso, es que Lequio no ha tenido que variar mucho su rutina. Antes de la filtración de la primera imagen de Ana Obregón saliendo en sillas de ruedas del Memorial Regional Hospital de Miami con la pequeña Ana Sandra en brazos, el ex de Antonia Dell'Atte acudía cuatro veces a la semana a la crónica rosa del programa de Unicorn Content. Con la excepción de la Semana Santa, la presencia de Lequio continúa siendo la misma.
Sin embargo, la percepción sobre su presencia se ha sentido mucho más. También es cierto que sus vacaciones de Semana Santa, coincidiendo con la revelación de que la pequeña Ana Sandra ha resultado ser nieta de la bióloga y, por consiguiente, del propio Lequio; han ayudado a que su vuelta al plató se vea con una expectación sin precedentes.
De ahí, que el italiano haya logrado, trabajando prácticamente lo mismo, ganar peso en el programa; gracias también a su manejo de los tiempos y en cómo ha sabido dejar declaraciones que han incitado a la duda por su ambigüedad o sus silencios, que han logrado provocar especulaciones que no solo han servido de material para otros programas de Mediaset; sino inclusive a cadenas ajenas.
Un raro ejemplo de cómo la constancia puede provocar un efecto expectación que pocos famosos consiguen (el ejemplo más cercano son las primeras semanas de Esther Doña como colaboradora en Y ahora, Sonsoles). Un efecto que Lequio ha sabido aprovechar.