Contra todo pronóstico y aunque en un principio su relación se ponía en duda, lo cierto es que lo suyo va viento en popa y muy en serio. Los primeros rumores sobre el romance de Paloma Cuevas (50 años) y Luis Miguel (52) surgieron en el verano de 2022, casi un año más tarde, y pese a que ninguno de los dos ha hablado de ello públicamente, su noviazgo está consolidado.
De hecho, el cantante mexicano ha alquilado una imponente casa en la exclusiva urbanización de La Finca (Madrid) para poder pasar más tiempo en España y estar con ella. Eso sí, bien protegido de ojos indiscretos, en una zona segura, con helipuerto propio y valorada en 12 millones de euros, según publica Vanitatis.
El mismo día en que salieron a la luz las fotos del primer beso entre la pareja, el miércoles 12 de abril, Victoriano Valencia (89), padre de Paloma, hablaba para los micrófonos de Europa Press y daba su opinión sobre esta historia de amor. El empresario taurino confirma que a ambos "se les ve muy enamorados".
No tiene más que buenas palabras para el artista mexicano y lo ve perfecto como yerno:"Es un señor y un caballero y es lo que pretende uno para sus hijos, ¿no? Que encuentren lo mejor y él es un verdadero señor". Cuando se le preguntan por la posibilidad de que Paloma y Luis Miguel pasen próximamente por el altar, Victoriano responde sin dudar: "Puede haber boda".
También ha desvelado algunos detalles más íntimos y familiares, como la relación de él con sus nietas, fruto del matrimonio de la diseñadora y Enrique Ponce (51). "Él es un encanto de persona y hasta ahora no tengo ninguna queja. Mis nietas cenan con él y le ven", asegura. También comenta que en su caso los encuentros son mucho más esporádicos pues apenas sale.
Lo que tiene clarísimo es que Cuevas está pasando un momento muy dulce gracias al cantante. "Luis Miguel y Paloma Cuevas son amigos desde niños y ella es madrina del primer chiquillo mayor de él. Tienen amistad desde hace muchos años y ahora se les ve enamorados a los dos. Eso es bonito y verla feliz es mi sueño".
La pareja ha pasado la Semana Santa en Marbella con las hijas de ella. Se han alejado en la mansión que el cantante tiene en la urbanización de La Zagaleta. Aunque han tratado de no llamar demasiado la atención, no han podido evitar que los paparazzi capten la imagen más esperada: el beso.