Forman una de las relaciones sentimentales que mayor interés despierta en el papel couché patrio y allende los mares. Desde que el pasado año 2022, en julio, se desvelara su historia de amor -nunca confirmada directamente por los protagonistas-, Paloma Cuevas (50 años) y el cantante Luis Miguel (52) han sido fotografiados en diferentes viajes románticos y su amor se consolida día a día y a golpe de rotundos gestos -a falta de palabras-.
La hija de Victoriano Valencia (89) y el autor de La incondicional disfrutan de un discreto romance, acorde a sus personalidades. Hace unas semanas, una revista del corazón los captó en Lisboa, enclave donde se mostraron de lo más cómplices y amorosos a través de caricias y manos entrelazadas.
Eran las primeras imágenes de la pareja, un testimonio gráfico que venía a confirmar, negro sobre blanco, que Paloma y Luis Miguel están enamorados y, a su manera, ya no se esconden. Los enamorados, además, poco a poco, y de forma paulatina, están perfilando un futuro en común. De momento, según conoce EL ESPAÑOL, ambos no se plantean una vida conyugal.
Ese escenario aún no se contempla, ni a corto ni a medio plazo. "En su relación los tiempos son otros y eso lo tienen claro. Además, Paloma no dejaría a sus padres, y también piensa mucho en sus hijas. No hay por qué forzar", explica una fuente de total solvencia.
Eso sí, pese a que la flamante diseñadora no tiene intenciones de mudarse a vivir con el cantante -tampoco de casarse, como insisten a este medio-, Luis Miguel sí que desea instalarse en la capital de España, tener una casa para pasar largas temporadas. Hasta ahora, y siempre según los datos que maneja este medio, el hijo del célebre Luisito Rey, en sus visitas a Madrid, ha pernoctado en un hotel de confianza -generalmente, en el Villamagna-, o en casa de amigos.
Cabe recordar que, precisamente, Luis Miguel se ha hospedado en muchas ocasiones en la finca La Cetrina, propiedad de Enrique Ponce (51), cuando el diestro estaba aún casado con Paloma. Los tres, antes del sonado divorcio, conformaban una profunda amistad que se alargó durante décadas. Pero ahora Luis Miguel está buscando casa para vivir e instalarse cuando visite España.
Según confirman a este medio, hace unas semanas -a finales del mes de enero- el cantante fue visto en la urbanización Las Encinas, ubicada en el kilómetro 13 de la Carretera de La Coruña, en El Plantío-Majadahonda. "Fue a ver una casa de un buen amigo", sostienen. Explican que no estuvo acompañado por Paloma Cuevas en esta búsqueda.
Como avanzó la periodista Beatriz Cortázar en el programa Es la Mañana de Federico, el cantante desea un inmueble donde el requisito indispensable sea la privacidad. Le 'obsesiona' sobremanera este extremo. En el objetivo de Luis Miguel está una urbanización completamente blindada e inaccesible, y esta citada selecta zona donde fue visto cumple este requisito.
De acuerdo a lo que se confía a este periódico, el intérprete ya ha visitado otras zonas en el norte de Madrid, pero no han sido de su agrado.
Por qué callan su amor
Muchos se preguntan por qué no hacen oficial una historia de amor cargada de ambigüedades y eufemismos. Se ha aseverado que ese paso no se ha efectuado aún por decisión de Paloma Cuevas. No obstante, EL ESPAÑOL manejó otra información.
El secretismo y el misterio que sobrevuela la relación tienen más que ver con la carrera musical de Luis Miguel. El cantante mexicano tiene planeado volver a lo grande a los escenarios en este año 2023.
A finales del año pasado, Luis Miguel terminó de grabar su último disco, y está "muy ilusionado" con este retorno. "Hablé con él hace dos semanas, está en España. Ya está preparándose para una gira de 200 conciertos. Viene con todo", aseguró un buen amigo suyo para el medio Local MX.
Por tanto, los tiempos de este amor los marca el calendario laboral de él: "Es a Luis Miguel a quien no le interesa que esta relación se haga oficial de momento, hay muchos intereses en juego". Por su parte, Paloma Cuevas, discreta como es con su vida privada, tampoco se muestra muy por la labor de dar de qué hablar y aparecer en el papel couché.
Por su parte, Paloma Cuevas vive un sueño con su colección de moda. Al lado de Rosa Clará, "se está sintiendo súper realizada, como hacía años".
Su entorno y vida, después de la tempestad, no pueden ser más favorables: su padre, Victoriano Valencia, está "mejor" de salud tras una temporada delicada, sus hijas son muy aplicadas en los estudios y el trabajo, dentro y fuera de la moda, le llueve.