Georgina Rodríguez (29 años) tiene un don y puede presumir mucho de ello: no es una persona interesante -a mi modo de ver-, pero todo lo que cuenta te engancha y quieres saber más y más. Es de esas vidas frívolas que gusta consumir un domingo por la tarde. La segunda temporada de su reality, Soy Georgina S2, es oro puro.
Cada escena y vivencia es sublime, por lo disparado y esperpéntico. Me he visto los capítulos y juro que he intentado meterme en la historia, empatizar con Gio y con su mundo, pero es que no me lo ha puesto nada fácil. Toda ella es un producto y no la veo natural en ningún momento.
También he querido ver con buenos ojos la relación de amor -extraña donde las haya- que tienen Georgina y Cristiano Ronaldo (38). Juro que lo he intentado, sólo que ha sido tarea casi imposible porque apenas hay escenas románticas entre ellos. Tengo que decir que me sorprende mucho que él no esté presente en momentos clave en la vida de Georgina.
Y las escenas en que sí está no hay casi ningún gesto cómplice o de amor entre ellos. Me ha dejado, por ejemplo, muy frío el día en que él le da la sorpresa a ella en Dubái, cuando se proyecta el tráiler de la segunda temporada de Soy Georgina S2. Ella se emociona muchísimo, hasta la lágrima y Cristiano, lejos de consolarla de algún modo, se pone a grabar con el móvil la proyección y pasa de los sentimientos de ella.
No sé, es una sensación, pero veo que Georgina y Cristiano comparten poco tiempo juntos. Si tengo que define el reality de ella en una palabra, la tengo clara: soledad. Ella pasa la mayor parte del tiempo con sus hijos -madraza es un rato largo, y eso sí me lo creo-, y con sus amigos. Siempre está Georgina rodeada de amigos. En eso, creo que es muy afortunada. "Qué mejor que con mis mejores amigos", se la escucha decir en varios momentos.
Sobre su papel de madre, Gio asegura lo que sigue: "Me siento una supermami, una supermujer. Tengo que seguir por mis hijos y también se lo debo a Cristiano". A mí esta segunda frase me mata. ¿Cómo que "se lo debo a Cristiano"? ¿El qué le debes a Cristiano? ¡Ni que vuestro amor fuera un negocio!
Ella justifica la falta de tiempo compartido con Cristiano porque él lleva una vida "muy ajetreada, viaja y entrena mucho". De hecho, ella se tira gran parte del reality disculpando las ausencias de él. Especialmente extraño, chocante y fuera de toda lógica me parece el momento en que ella pierde a su bebé y, en el hospital, él se despide de ella y le dice, antes de irse: "Si paso algo, yo vengo".
¿Perdona? ¿Alguien puede entender esa escena? En ese momento, juro que he sentido algo parecido a la pena por ella. A esa falta de afecto me refiero en todo momento. Luego también hay frases que ella entona que son cuanto menos raras, teniendo en cuenta que está hablando del hombre de su vida y de su razón de amor. "Cristiano como padre y como amigo ha sido súper importante", dice, con un par.
Vamos, eso lo puedo decir yo de cualquier medio conocido, e incluso creo que yo le imprimiría mayor cariño. Sigue hablando Georgina de la pasión y el desenfreno con Cristiano -léase la ironía-: "Cris y yo compartimos el gusto por los relojes". Ah, por no hablar de ese instante en que ella dice que está súper agradecida de que él la haya "elegido" para hacer una familia.
En los pocos momentos en que Cristiano aparece en escena puntualizar que siempre lo hace entre amigos, nunca o casi nunca a solas con Georgina. Ella intenta en todo momento hablar desde el amor, y se esfuerza muy mucho por que la imagen de él quede bien: "Cristiano es el amor de mi vida", "Es muy romántico conmigo".
Tampoco me parece ni medio normal que en esta segunda temporada del reality no aparezcan por ningún lado las respectivas familias de la pareja. De ella sabemos que hay una historia turbulenta detrás, pero ¿y Cristiano? Vale que el documental es de ella y todo eso, pero ¿ni una sola escena de él hablando por teléfono, por ejemplo, con algún familiar? Frío, lo veo todo muy frío.
Habrá que esperar a la tercera temporada: lo mismo nos sorprenden con escenas cargadas de amor. A mí esta historia de amor me sigue descuadrando mucho. Demasiadas lagunas en este amor.