Corren, de nuevo, malos tiempos para el bailaor Rafael Amargo (48 años). El artista fue detenido este pasado jueves, 16 de marzo, tras actuar en una sala del centro de la ciudad de Alicante, en relación a un supuesto caso de tráfico de drogas desde varios pisos de Madrid.
Según informa EFE, Amargo mostró resistencia en el momento en que varios agentes de la Policía Nacional le detuvieron. Fuentes de la investigación han informado de que el bailaor fue trasladado hasta los calabozos de la comisaría provincial del Cuerpo Nacional de Policía de Alicante, en el barrio de Benalúa, donde ha pasado la noche y donde seguirá hasta que, previsiblemente, pase a disposición judicial en un juzgado de esta ciudad. Esto podría ocurrir a lo largo de este viernes o, incluso, mañana sábado.
Al terminar una actuación en la sala Casanova, en la céntrica calle San Isidro, agentes de la Policía Nacional expresamente desplazados desde Madrid procedieron al arresto dentro de una investigación por un supuesto caso de tráfico de drogas desde un piso del madrileño barrio de Malasaña y otros inmuebles de uso turístico que alquiló en la capital.
[Rafael Amargo será juzgado el próximo mes de junio por vender droga en su casa]
Al artista granadino se le atribuye ahora un presunto delito contra la salud pública y otro de atentado contra agente de la autoridad. Se trata de la segunda detención que sufre Amargo por hechos similares. El 1 de diciembre de 2020, a dos días del estreno de su obra, Yerma, en Teatro de La Latina, la Policía lo detuvo y le atribuyó un delito contra la salud pública.
Por él, en estos momentos, la Fiscalía le pide 9 años de prisión. El juicio al bailaor está previsto que se celebre en Madrid en junio de este año. En concreto, los días 7, 8, 9 y 12 de junio en la Audiencia Provincial.
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El juez que ha llevado el caso concluyó, en el auto en el que dio fin a la instrucción, que el bailarín era el cabecilla de un grupo que traficaba con droga, fundamentalmente metanfetamina, que vendían desde el piso que compartía con su mujer, utilizando "mulas" que llevaban la droga a los compradores.
En conversación con EL ESPAÑOL, Rafael Amargo se declaró inocente de absolutamente todo lo que lo acusaban. "Por supuesto que soy inocente. Intentaron montar algo y no les ha salido. Le han hecho caso a personas que han ido hablando, que son muy amigos míos, que han contado cualquier cosa... Y claro, en mi casa entra y sale gente. Pues dijeron, aquí hay lío. Y cuando subieron, se encontraron la casa en obras y mucho polvo...", expresó.