No corren buenos tiempos para María Teresa Campos (81 años). En realidad, hace tiempo que la maltrecha salud de la que un día fue reina de las mañanas se ha convertido en pasto de preocupación familiar, y en foco de interés mediático. Sobre todo, desde que el pasado mes de enero la malagueña ingresara de urgencia en un hospital madrileño.
A la anemia que padece, se unirían unos problemas neurológicos -como desveló la publicación Lecturas-, y una apatía general que hace que María Teresa apenas si coma ni salga de casa. A sus 81 años, la vida de la otrora aguerrida periodista ha dado un giro de 180 grados y sus hijas, Terelu Campos (57) y Carmen Borrego (56), ante este inexorable cambio vital, han tomado la decisión de buscarle una cuidadora domiciliaria.
Fue el pasado miércoles, 8 de febrero, cuando Semana informó de este paso al frente por parte de las hijas de la comunicadora. Ambas se vieron en la necesidad de solicitar los servicios de una empresa de asistencia sanitaria a domicilio para que cuide de su madre. Se apuntó a que Borrego ya se había reunido con una candidata. Pues bien, tal y como apunta Look y confirma y amplía EL ESPAÑOL, Teresa ya tiene cuidadora.
[Crece la preocupación por María Teresa Campos: sus hijas se ven obligadas a buscarle una cuidadora]
Tal y como confirman a este medio, fue precisamente el pasado miércoles, justo el día en que se lanzaba al mercado la publicación con la noticia de Teresa, cuando su cuidadora comenzaba su primer día de trabajo en su casa de Aravaca. Explican a EL ESPAÑOL que ha sido un proceso de selección, capitaneado por Carmen Borrego, muy exhaustivo.
Ha durado varios días y el objetivo de las hermanas Campos era el siguiente: "Lo único que querían asegurarse es que se entendiera la realidad que vive Teresa y quién es ella. Han tenido sus miedos, como es lógico moviéndose en el mundo en que lo hacen".
En las últimas semanas, Terelu y Carmen han limitado aún más las informaciones que se dan de su madre o, al menos, han intentado ponerle límites. Les ha dolido mucho la última portada de revista, la de Diez Minutos, en la que aparecía Teresa porque Carmen "llamó expresamente" a todos los medios cuando supo que estaban fotografiando a su madre.
Este pasado viernes, en el programa Sálvame, Terelu ha mostrado su indignación por la fotografía, al tiempo que ha lanzado un mensaje claro a la clase política del país: "Llevamos años luchando para que se proteja a nuestros menores, me gustaría decirle a nuestra clase política que debemos proteger también a nuestros mayores".
Prosigue la hija mayor de la presentadora, visiblemente molesta y mirando fijamente a cámara: "Mayores que nos han hecho la vida, por su trabajo, feliz, que nos han entretenido (...) Tienen derecho a envejecer dignamente, y a que su imagen se cuide porque ellos no están en situación de poder de decidir que le hagan una foto o no. (...) Si de verdad somos una sociedad sana mentalmente y comprometida, hagamos que esos mayores puedan tener la dignidad de elegir y de morir sin que nadie ponga su imagen en ninguna portada".
La malagueña, de 81 años, apenas sale de su domicilio -donde se encuentra permanentemente acompañada por sus hijas, su fiel chófer Gustavo o el personal de servicio-, pero se ha dejado entrever, en los últimos meses, que algo no va bien.
Hace unas semanas, EL ESPAÑOL pudo conocer que se está protegiendo muy mucho la imagen de la emblemática María Teresa, de acuerdo a su propia decisión y a la de sus hijas. Por este motivo, las fotografías públicas de Campos se han ido espaciando en el tiempo hasta casi desaparecer.
"Ella está bien, con sus cosas, pero en esencia bien. Lo que pasa es que la gente no entiende que ya está fuera de esta onda y no quiere nada", explicó una fuente de total solvencia, cercana a Teresa. En esa línea, se especificó que su incomunicación con la prensa ya es un hecho: "Todo pasa por sus hijas. Teresa coge el teléfono sólo a la familia y dos amigos".