A mediados de enero de 2023, la maltrecha salud de María Teresa Campos (81 años) se convirtió de nuevo en noticia después de su ingreso de urgencia en la Clínica La Luz de Madrid. María Teresa se encontraba en su domicilio madrileño, en compañía de la persona del servicio, cuando precisó acudir al hospital.
Entonces, su hija mayor, Terelu Campos (57), explicó a pie de hospital que su madre había sufrido una aparatosa caída en casa el 31 de diciembre de 2022. Un contratiempo que, sumado a una anemia, debilitó muy mucho la salud de la presentadora andaluza.
También, una revista del corazón deslizó que la otrora reina de las mañanas estaría padeciendo un problema neurológico. Sea como fuere, es un hecho que el estado de salud de Teresa preocupa, y mucho, a sus hijas y a todo su entorno. Por si fuera poco, apenas come y no desea salir de casa.
[María Teresa Campos, ingresada de urgencia en un hospital de Madrid]
Ante este delicado panorama, este miércoles, 8 de febrero, la revista Semana informa de la decisión que han tomado Terelu y Carmen Borrego (56): buscar una cuidadora domiciliaria para Teresa Campos. Explica el semanario que Terelu y Carmen se han visto en la necesidad de solicitar los servicios de una empresa de asistencia sanitaria a domicilio para que cuide de su madre.
De este modo, Borrego, acompañada de su marido, José Carlos, acudió hace unos días a una empresa que se dedica a ofrecer servicios de cuidados a domicilio a personas mayores, a través de profesionales cualificados. Carmen ya se ha reunido con una candidata al puesto, con la que mantuvo una entrevista durante más de una hora y media.
Esta profesional que buscan Terelu y Carmen, se presupone, se encargará de los cuidados de Teresa las 24 horas del día. Cabe recordar que la malagueña tiene a su servicio ya a dos personas clave en su vida: Gustavo Guillermo, su chófer y ayudante, y la persona interna de servicio. Eso sí, esta última tan sólo se ocupa de las tareas del hogar, mientras que la salud de Campos requiere, en estos momentos, otro tipo de cuidados más específicos. Apunta la revista que Teresa ha perdido cierta independencia en su día a día.
La malagueña, de 81 años, apenas sale de su domicilio -donde se encuentra permanentemente acompañada por sus hijas, su fiel chófer Gustavo o alguna de sus íntimas amigas-, pero se ha dejado entrever, en los últimos meses, que algo no va bien.
Hace unas semanas, EL ESPAÑOL pudo conocer que se está protegiendo muy mucho la imagen de la emblemática María Teresa, de acuerdo a su propia decisión y a la de sus hijas. Por este motivo, las fotografías públicas de Campos se han ido espaciando en el tiempo hasta casi desaparecer. Sólo en contadas ocasiones habrá material gráfico de ella y siempre consentido.
"Ella está bien, con sus cosas, pero en esencia bien. Lo que pasa es que la gente no entiende que ya está fuera de esta honda y no quiere nada", explicó una fuente de total solvencia, cercana a Teresa. En esa línea, se especificó que su incomunicación con la prensa ya es un hecho: "Todo pasa por sus hijas. Teresa coge el teléfono sólo a la familia y dos amigos".
Existe, pues, una gran implicación en la familia en pos del bienestar de María Teresa: "No la dejan sola ni un minuto. Hay que decir que sola nunca está porque tiene a la chica interna. Hay preocupación, no ya por su edad y los achaques propios, sino por su ánimo. Está muy apática y sin ganas de casi nada".
Hace unos meses, en el programa Sálvame, la benjamina de la presentadora, Carmen Borrego, se emocionó al hablar de su presente. "Ha llegado el momento en que se apoye en Terelu y en mí. Necesito darle más dedicación a mi madre. Mi madre siempre ha sido muy independiente. Y cuando se hace más mayor, esa independencia que tenía ya no la tiene", sostuvo.