Un año, 365 días han transcurrido desde que Iñaki Urdangarin (55 años) hizo zarandear los cimientos de la Familia Real española cuando vio la luz, el 19 de enero de 2022, miércoles, una revista del corazón en la que el exduque aparecía en portada agarrado de la mano de una mujer que no era la infanta Cristina (57). Era la 'pillada' de Urdangarin, la muestra gráfica de su infidelidad pública a la hermana de Felipe VI (54).
Rápidamente, el nombre de Ainhoa Armentia (44) copó los principales titulares de los medios de comunicación. Ella era la mujer que había ilusionado de nuevo el corazón de Iñaki Urdangarin. Lo que vino después por todos es sabido, y EL ESPAÑOL ha ido desgranando la evolución del amor entre Iñaki y Ainhoa. Los enamorados han dado pasos discretos, pero certeros y ya viven juntos, bajo el mismo techo, como informó este medio hace unos meses.
Ahora, 19 de enero de 2023, Urdangarin y Armentia están de celebración, y por partida doble. A los 55 años que ha cumplido el exduque de Palma -fue el pasado 15 de enero cuando Iñaki sopló las velas- se une un aniversario muy especial: el de su amor con Ainhoa. Según la información que maneja este periódico, en exclusiva, ambos tienen pensado realizar un viaje romántico en los próximos días. Una escapada que ya tuvieron en mente emprender en noviembre de 2022, pero que no les fue posible.
Cabe recordar que el 20 de noviembre del pasado año Armentia festejaba sus 44 años. Se trataba del primer aniversario que Ainhoa podía celebrar a todas luces, y sin clandestinidad alguna, junto a su pareja. Hoy, pueden disfrutar de su historia de amor a plena luz y con luces y taquígrafos. Desvinculados emocionalmente de sus anteriores matrimonios y con una vida conyugal por estrenar.
Urdangarin tenía pergeñado un fabuloso plan, y sorpresa, para el gran día de Ainhoa. Un viaje romántico y lejano, a solas, para agradecerle a ella su inquebrantable apoyo en su peor momento. "Tenía pensado hacerle algo bonito como el año pasado, pero no ha podido ser. Él lo tenía todo cerrado ya. Había mucha ilusión", explicaron a este periódico fuentes cercanas a Armentia.
La razón por la que todo se fue al traste obedecía al percance que sufrió Iñaki Urdangarin haciendo deporte, accidente por el cual se rompió el codo y tuvo que ser operado. Una lesión que paralizó y modificó todos los planes. Pero hoy, afortunadamente, la salud acompaña a la pareja y los dos harán las maletas en los próximos días. "Se han ocupado de que nadie se entere de nada. Lo último que quieren es una cámara y otra portada", desliza una fuente de total solvencia.
Sobre la celebración del cumpleaños de Iñaki, Vanitatis ya informó que lo pasó en la intimidad familiar, en Vitoria. Explican a EL ESPAÑOL que Iñaki hizo "dos celebraciones": una familiar, con algunos de sus hijos, sus hermanos y su madre, Claire Liebaert; y otra, amorosa, con Ainhoa. Por separado. La razón no es otra que la inexistente relación entre Ainhoa y los vástagos del exdeportista, Juan Valentín (22), Pablo (22), Miguel (20) e Irene (17).
No se han conocido aún. No ha habido ocasión. Se ha llegado a afirmar que este extremo se debe a que la infanta Cristina habría impuesto a Urdangarin una suerte de cláusula en la separación para que no haya constancia gráfica de esta presentación oficial. Nada que ver. "Eso es descabellado se mire por donde se mire. Es Ainhoa quien ha preferido que ese encuentro no se produzca o no ayudar a favorecerlo. Ella entiende la situación de Iñaki y no quiere exponerlo a situaciones tensas", se explica.
Tampoco los hijos -salvo Pablo- han mostrado especial interés en este encuentro o presentación: "Juan y Miguel están muy pegados a su madre, y esta relación aún están encajándola. Pablo es más afable en el carácter, conciliador. Con Irene, directamente, ni se ha hablado nada. Este es el punto más delicado y el quebradero de cabeza de Iñaki, la niña". En esa línea, hace unas semanas se detalló que Armentia aún no ha visitado la casa de la madre de Urdangarin, y tampoco ha habido encuentro ni presentación oficial.
En cambio, los hermanos de Iñaki sí conocen a Ainhoa, y ella ya ha disfrutado de algunas reuniones con ellos. "A Claire te digo que le costó un poco hacerse a la nueva vida de su hijo. Ella estaba -y sigue estando- muy apegada a Cristina", se aseveró.
Iñaki y Ainhoa, vida en común
Muchos fueron los que profetizaron que su relación no tenía base sólida, y que sería un affaire de días. Se equivocaban. Iñaki y Ainhoa van en serio y sólo ellos, y su entorno más cercano, sabe del arraigo y la madurez de su amor. Ellos no hablan, no conceden declaraciones, pero las imágenes que de ellos se filtran en la prensa hablan por ellos.
Amor, confidencias a pie de playa, abrazos y caricias. En abril de 2022, EL ESPAÑOL informó que la pareja había encontrado, en régimen de alquiler, en Vitoria una casa para convertirla en común, un bonito proyecto que se quedó entonces a medio gas. Tal y como se informó, ambos dieron una señal por ese inmueble, pero no terminaron de irse a vivir al mismo.
"Es una inversión de compra", confiaron. Se encuentra la casa "en una buena zona de la ciudad, en una de las urbanizaciones más selectas y tranquilas". Ahora, Iñaki y Ainhoa, tal y como contrastó este medio, han tomado la decisión de convivir y ya viven bajo el mismo techo. Al menos, oficialmente "pasan la mayoría de la semana" en su nueva casa. No todo el tiempo que les gustaría o desean, se apostilla, por sus obligaciones personales.
Cada uno en sus respectivos hogares familiares. Se hace constar que en lo que a ella respecta comparte muchos momentos, tareas y obligaciones con sus hijos, quienes viven en el que fue el hogar conyugal. Por su parte, Urdangarin "visita cada día y se queda a veces" en casa de su madre, Claire Liebaert Courtain, de 86 años de edad. Claire se ha convertido en la gran preocupación de Iñaki.