Carmen Sevilla ha celebrado el domingo 16 de octubre su 92 cumpleaños en la residencia en la que lleva ingresada desde 2015, situada en la localidad madrileña de Aravaca, donde cuenta con todos los cuidados y comodidades. Era un día muy especial, especialmente para sus familiares y amigos, ya que ella no es consciente de la realidad a causa del Alzheimer que padece y que le impide recordar incluso a su propio hijo, Augusto J. Algueró (58 años).
Tampoco reconoce a su amigo más fiel, Moncho Ferrer, pero eso no es obstáculo para que él haya pasado con ella tan significativa fecha. Le llevó un gran ramo de flores y compartió unas horas con la veterana actriz, que ya es historia del cine y la televisión de España. Siempre pendiente de ella, ha confesado cómo la encontró y cómo en su estado de salud actualmente.
"Está estupenda, tranquila. La he dejado recién peinada, como dice la canción, escuchando 'La bella de Cádiz'. Carmen necesita paciencia y tranquilidad. Sigue estando delicada de salud, pero en general, dentro de lo que es bien está bien, exactamente fantástica dentro de lo fantástica que se puede ver", ha asegurado.
Moncho es uno de los íntimos que va a verla con mayor asiduidad y no puede evitar emocionarse al hablar de ella. "Vengo casi todas las semanas y es maravillosa; un osito de peluche. Es una persona que si no existiera habría que inventarla. Es generosa, cariñosa, buena, noble, una buena esposa, buena madre, buenísima amiga. Es muy difícil definirla", confiesa.
Para él es alguien imprescindible en su vida, pues se conocieron en 1985 trabajando "y desde entonces hasta hoy, no nos hemos despegado". Moncho, que trabajaba como actor y es un conocidísimo relaciones públicas que fue también gran amigo de Lina Morgan, es una de las pocas personas a las que se puede acudir para obtener información de Carmen Sevilla, pues hay bastante hermetismo por parte de la familia.
El único hijo de la artista, Augusto José, trata de mantener su día a día en privado, aunque recientemente concedía una entrevista en la que confirmaba que ella no le reconocía y que estaban sufriendo mucho por esa enfermedad tan cruel. Moncho ha tenido también unas bonitas palabras para él: "Es un tío extraordinario, fuera de serie. ¿Quién ha dicho que no viene a verla? La relación con su madre es muy buena, la tiene entre algodones, pero cada uno manifiesta sus sentimientos de una forma".
La recordada presentadora de Telecupón lleva más de una década enferma y en opinión de su mejor amigo no es hora de hacerle homenajes, porque desgraciadamente ya no es consciente del cariño que le tiene España. "No me gusta mentir, su estado es delicado. Estar está bien, aunque por años todo siempre preocupa. En su día a día hace ejercicios de gimnasia, se da una vueltecita por el centro, que es una maravilla. Ya firmaríamos todos por estar así cuando seamos mayores. No está al alcance de todo el mundo".