"Celebrando el amor junto a mi alma gemela". Con esta rotunda y emotiva frase, Esmeralda Moya (37 años) hizo saber al mundo este pasado sábado, 1 de octubre, que al fin pudo celebrar su boda con Jaime Llopis en Altea, Alicante. Pese a que la actriz y el piloto ya formalizaron su unión en plena pandemia en 2020, no pudieron llevar a cabo la gran fiesta que tanto deseaban con sus familiares y amigos, y tras un tiempo retrasando la fecha, este fin de semana cumplieron su sueño.
Era un día señalado en rojo en el calendario de sus vidas y Esmeralda tenía claro con qué diseñador nupcial quería contar para la ocasión. La actriz se decantó por la creativa barcelonesa Rosa Clará. La firma nupcial confeccionó dos trajes de novia muy diferentes entre sí que la intérprete lució de manera espectacular.
Para la ceremonia, Esmeralda vistió un exclusivo diseño de corte recto y escotada espalda realizado en encaje con micropedrería bordada a mano. El vestido combina un escote halter y un cuello alto con una falda larga que se desliza por la figura y destaca por su abertura lateral. La novia completó este espectacular look nupcial con una sobrecola de organza de 3 metros. Este detalle de la falda era desmontable, por lo que tras realizar las fotografías más ceremoniosas después del 'sí, quiero' y de posar con los invitados, la novia se deshizo de la voluminosa cola y así pudo moverse con mayor facilidad.
[Así ha sido la espectacular y esperada boda castrense de Esmeralda Moya y el piloto Jaime Llopis]
Gracias a la gran abertura lateral del vestido, se podía apreciar perfectamente el calzado escogido por Esmeralda para su gran día. Eligió unas altísimas sandalias en color blanco, con pulsera, detalle cruzado en la punta y un pequeño lazo, y llamaba la atención su tacón ancho y su plataforma en la parte delantera para que el pie descansara lo máximo posible.
La actriz se cambió de estilismo para la celebración posterior. Moya eligió un diseño en tendencia con el que volvió a impresionar a los presentes. Esmeralda apareció en la pista de baile con un mono, confeccionado en crepe, que presentaba un escote palabra de honor con jaretas cosidas a mano adaptadas perfectamente al cuerpo que se complementaba con unos manguitos extraíbles que dejaban libres los hombros y envolvían los brazos. El diseño, también de corte recto dejaba caer un amplio pantalón con detalles verticales hasta el suelo.
Los dos originales trajes fueron creados en el atelier de Rosa Clará, donde sus creativas y costureras llevaron a cabo un trabajo de excepcional técnica y artesanía para cumplir el sueño de la actriz.
Completó ambos looks con la melena rubia suelta, con ligeras ondas en las puntas, pero de manera muy natural. Su pelo enmarcaba su rostro, que también destacó por su sencillez pero sí que le aportó suficiente color.
El maquillaje nupcial de Esmeralda para la ceremonia fue responsabilidad de la profesional del make up Eva Escolano. "La conocí cuando ella tenía 15 años y quedamos que la maquillaría para su boda", escribe la maquilladora en su publicación de Instagram junto a un vídeo en el que muestra cómo dejó la tez de la actriz para su enlace.
Para la solemnidad del 'sí, quiero' en el improvisado altar, Esmeralda optó por tonos rosados en sus mejillas y en sus labios; y aportó brilló -a juego con los cristales de su vestido- llenando sus párpados de una sombra dorada.
Sin embargo, horas después, para la tarde-noche de fiesta, la actriz se cambió de traje y contó con el talento de la maquilladora Alicia Carrillo, que fue quien completó su look con brochas y pintalabios. Para aguantar lo que restaba de jornada fiestera, la recién casada apostó con colores nude en sus mejillas y labios, y marcó un poco más sus ojos con un delineador negro en el párpado superior. Muy sutil y perfecto para la ocasión.