Tamara Falcó (40 años) debería haber sido la gran protagonista de este martes 27 de septiembre. Días antes de conocerse su crisis con Íñigo Onieva (33), que ha reconocido haberle sido infiel, la marquesa de Griñón confirmaba su presencia en un evento del grupo de arquitectos Kronos Homes, los mismos que se han encargado de la construcción de su nuevo hogar. La firma celebra su 8º aniversario en una cita en el Teatro Real y ella quería estar presente.
Sin embargo, los últimos acontecimientos de su vida privada le han hecho cambiar de opinión. Cuando apenas faltan unas horas antes para la que hubiera sido su gran reaparición, la agencia encargada del acto ha confirmado la ausencia de la socialité.
Ante la gran polémica surgida, la hija de Isabel Preysler (71) ha decidido cancelar su presencia ante los medios de comunicación y es que, tal y como se ha podido saber por su entorno más cercano, está pasando uno de los peores momentos de su vida.
Si bien hasta primera hora de la tarde de este lunes 26 de septiembre se contaba con ella, finalmente ha optado por cancelar su agenda y posponer su reaparición, algo que irremediablemente tendrá que hacer más tarde o más temprano.
El drama se desencadenaba el pasado viernes 23, apenas 24 horas después del anuncio de compromiso de la pareja, al desvelarse un vídeo en el que se podía ver al empresario besando a otra mujer que no era Tamara durante un festival. Si bien en un primer momento Onieva se justificó diciendo que las imágenes eran de hacía varios años, al final las pruebas echaron por tierra su versión.
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"Es una lástima que haya gente que siempre quiera destrozar nuestra relación, pero nosotros estamos muy contentos con ella. (...) Yo he ido a ese lugar -el festival- varios años, tres años de hecho, y ese vídeo es de 2019. Que quieran sacar esto el día de nuestro anuncio de compromiso pues…", decía el ingeniero este mismo viernes ante las cámaras, cuando acudía de la mano de Tamara a la boda de unos amigos.
Unas horas más tarde, ante la avalancha de pruebas que destapaban su deslealtad y confirmaban que estaba mintiendo, Íñigo Onieva rompía su silencio. "En los vídeos difundidos aparezco en una actitud inaceptable, de la cual estoy absolutamente arrepentido y destrozado por ello", comenzaba escribiendo en un comunicado
"Pido disculpas por no haber sido honesto y pido perdón a Tamara y a su familia públicamente. Estoy completamente enamorado de Tamara y es la mujer de mi vida, por lo que me duele enormemente haberla hecho daño. Para evitar mayores perjuicios a Tamara y a nuestras familias, pido que no se continúe difundiendo imágenes que puedan afectar a nuestro derecho a la intimidad, y se abstengan de publicar informaciones que están afectando nuestra privacidad", terminaba.
Tras el comunicado, ni él ni Tamara se han pronunciado de manera pública. De momento, el último paso que han dado ha sido 'romper' en las redes sociales. Aunque la marquesa de Griñón mantiene subidas sus fotografías con el empresario, ya no se siguen mutuamente.
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