Cuando el pasado jueves 22 de septiembre de 2022, Tamara Falcó (40 años) e Íñigo Onieva (33) anunciaron, casi al mismo tiempo, en sus respectivas redes sociales su compromiso matrimonial, la felicidad de ambas familias no podía ser mayor. "Estamos muy contentos, muchas gracias", aseguró la madre del joven empresario, Carolina Molas

Muy discreta, la madre de Íñigo Onieva evitó entonces entrar en detalles sobre cómo había sido la pedida de mano, aunque sí aseguró que "claro" que sabía que el empresario tenía previsto pedirle matrimonio a la marquesa de Griñón. Aclaró, eso sí, que la pedida no tuvo lugar en el palacio El Rincón, como se había dicho: "No fue en El Rincón, no, pero yo no puedo hablar. Lo que hayan dicho ellos. Yo no puedo contar detalles".

"Tamara es maravillosa, es mejor de lo que parece en televisión. Estamos encantados de tenerla en la familia", apostilló Molas. Hoy, sin embargo, el escenario es muy distinto tras la publicación del vídeo en que Onieva besa a otra mujer que no es Tamara en un festival de música en Estados Unidos, este pasado verano. 

[Tamara Falcó, destrozada, cancela su agenda tras la infidelidad de Íñigo Onieva]

Carolina Molas fotografiada por este periódico, en diciembre de 2020. EL ESPAÑOL

Desde que vio la luz este material gráfico, el pasado viernes 23 de septiembre, han sido muchas las informaciones que se han vertido en los medios de comunicación, pero los protagonistas han mantenido silencio más allá de manifestaciones a golpe de unfollow. Sólo un miembro de ambas familias ha roto su silencio este lunes 26 de septiembre: Carolina Molas, madre de Íñigo. 

A su salida de casa, en el breve trayecto del portal al coche que la esperaba en marcha, Molas tan sólo ha emitido una escueta pero clave y definitoria frase: "Estamos muy tristes. Muy mal, todos muy mal". No cabe duda de que en los últimos días, y horas, la vida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva -por ende, también la de su entorno más próximo- ha dado un giro de 180 grados. 

La exigencia de Tamara a Íñigo 

Tras la publicación del vídeo y la cancelación de su compromiso, desolada, la marquesa de Griñón se refugia en la casa de su madre y, tan claras tiene las cosas después de la deslealtad de Íñigo que, además de bloquear a su ya exnovio en redes sociales, le ha dado un ultimátum que dará mucho que hablar.

Tal y como ha revelado la periodista Beatriz Cortázar en El programa de Ana Rosa, la ruptura es un hecho. Tamara no piensa dar marcha atrás en su decisión y ha exigido al ingeniero que recoja sus cosas del piso que compartían en el centro de la capital -alquilado tan sólo por la socialité y en el que Onieva pasaba cada vez más tiempo- porque cuando regrese a su casa dentro de unos días no quiere que esté ni él ni nada que le recuerde a su relación.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en una boda, en julio de 2021, cuando aún eran pareja. Gtres

La periodista también ha contado que en estos momentos Íñigo no se encuentra en el domicilio, sino que, al igual que ha hecho su exnovia, se ha refugiado en la casa de su madre, Carolina Molas, en La Moraleja y allí está 'capeando' el temporal acompañado de su entorno más cercano.

Sin embargo, y como apuntan fuentes cercanas al empresario, Onieva no ha perdido la esperanza y cree que su hasta ahora prometida le perdone. "Está esperanzado en que las cosas se van a arreglar y está tranquilo porque conoce muy bien a Tamara", ha apuntado Antonio Rossi a su vez.

Algo que Cortázar ha negado, asegurando que la decisión está tomada y la marquesa de Griñón tiene claro que no va a volver con él. A pesar de que Tamara está muy mal y no quiere hablar porque "bastante hay ya y no quiero añadir más adjetivos ni más carnaza para que esto siga creciendo", sí ha tomado la decisión de que no dará una segunda oportunidad a Íñigo.