Tras el gran éxito de MasterChef, que ha causado sensación en cada una de sus temporadas y ediciones, tanto la versión con celebrities como con anónimos, TVE decidió arriesgar y, cambiando las sartenes por las agujas e hilo, creó Maestros de la Costura. Un novedoso reality en el que sus concursantes debían demostrar su técnica, su creatividad y su pasión por el oficio de modista para alzarse con el premio y aprender de algunos de los mejores en la industria. 

Cancelado en abril de 2022, finalizada su quinta edición, el concurso dejó tras de sí grandes momentos, looks cargados de originalidad y a personajes que siguen siendo recordados. Uno de ellos es Fermín, que fue uno de los rostros más carismáticos de su edición, la cuarta -año 2021-, gracias a su desparpajo.

Natural de la localidad onubense de Cartaya, llegó al formato denominándose un alma libre y moderna con un punto "clásico" dentro. Poseedor de un estilo muy personal, pronto demostró su gusto por combinar prendas antiguas con otras actuales.

Pese a sus muchas ganas y su talento, fue el sexto expulsado, dejando grandes momentos y anécdotas que se hicieron virales: desfiles por el plató, muchas risas y a una Raquel Sánchez Silva (49 años) muy emocionada. "Este programa ha supuesto volver a enamorarme de la costura. Me voy súper satisfecho de haberme atrevido a vivir la experiencia", decía en su despedida. 

Una pasión renovada que no ha terminado y es que, un año y medio después, Fermín sigue muy volcado y centrado en el mundo de la moda. Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, sigue residiendo en Cartaya, pero trabaja como dependiente en una tienda de moda ubicada en El Rompido, un núcleo urbano ubicado a menos de 10 kilómetros.

Se trata de Coralia, una boutique de moda femenina en la se pueden comprar gran diversidad de prendas: vestidos, cazadoras, camisetas, tops, faldas... Además de diferentes complementos como bolsos o sombreros. 

Pero no es la única actividad a la que se dedica Fermín. Se puede decir que el andaluz vive su mejor momento profesional. No solo tiene un puesto de trabajo estable, también se ha consolidado como diseñador de su propia firma, Fermín Martín.

En este tiempo ha creado varias colecciones que ha llevado por diferentes pasarelas de moda, la última de ellas el pasado mes de abril en El Puerto de Santa María, Cádiz, donde mostró algunos de sus últimos diseños.

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Prendas en las que ha plasmado toda su personalidad y que se pueden adquirir a través de sus redes sociales. Tan solo hay que enviarle un mensaje privado por Instagram para acordar la talla y el precio de la misma, el resto queda en manos del diseñador. Uno de sus grandes éxitos son los abrigos-manta, perfectos para pasar el invierno. Pero también las cazadoras, realizadas a mano y con un punto vintage muy de moda. 

Pero sus creaciones no terminan ahí. De cara al verano ha lanzado una bolsa tipo tote con un bonito estampado de mapa que ha causado furor entre sus followers. Tanto que llegó a quedarse sin tela para fabricar más durante unos días. Solucionado el problema, volvió a coger la agua y el hilo para seguir creando, siempre en aras de seguir cumpliendo su sueño.