El pasado viernes, 26 de agosto de 2022, José Antonio Canales Rivera (48 años) sufría una grave cogida en el Festival Taurino que se celebró en la plaza de toros de Retuerta del Bullaque, municipio de Ciudad Real.
La cornada le afectó a la bolsa testicular y el torero fue trasladado de inmediato al hospital más cercano, después de ser intervenido en la plaza de toros por el preocupante estado en el que se encontraba. Desde entonces, han sido muchas las personas que se han preocupado por el torero. 48 horas más tarde, Canales Rivera ha recibido el alta hospitalaria este domingo 28 de agosto y, a su salida del hospital, ha contado cómo ha vivido este difícil trance.
El diestro ha abandonado el centro médico en silla de ruedas, pero con un aspecto físico óptimo. "Bien, estoy muy bien. Gracias a Dios, todo ya organizado, dolorido, pero bien. El susto ha sido terrible, pero estas cosas, cuando uno se viste de torero, pasan", ha manifestado.
El colaborador de televisión recuerda que en el momento de la cogida no pensó en nada, simplemente se concentró en lo que era importante: "Bueno, no piensas. Yo cuando me vi boca abajo pensé 'empezamos otra vez', pero no se te vienen cosas a la cabeza. Como entras en esa concentración, pues lo que intentas es solventarlo lo mejor posible. Se hace lo que se puede".
En cuanto a si ha recibido la llamada de sus primos, Francisco (48) y Cayetano Rivera (45), asegura que de uno de ellos sí: "Te voy a decir una cosa, he recibido llamadas y mensajes de todos. No he abierto ni el teléfono porque ayer estaba con un dolor de cabeza tremendo. Isabel sí ha hablado con Kiko Rivera (38) y Caye, además de con muchísimos compañeros de trabajo. Estoy contento de que estén pendientes".
Deseando reencontrarse con su familia, el diestro ha subrayado la abnegada función de su pareja sentimental, Isabel Márquez de Prado, y ha desvelado cómo han vivido el susto sus seres queridos desde la distancia: "Deciros que Isabel... si el campeón soy yo, ella no os quiero ni contar. Ha estado las 48 horas a mi lado y cuidándome, haciéndomelo todo lo más fácil posible. Mi madre y mis hijos, pasándolo mal en la distancia, un poco asustados. Pero es muy significativo que sólo 48 horas después me den el alta, es para estar todos contentos".
La grave cornada
El pasado viernes, Sálvame informó de este difícil momento de José Antonio Canales Rivera. "Las imágenes que hemos podido ver son preocupantes por el cariz que ha tenido la cogida. Las informaciones que nos llegan son que ha tenido que ser intervenido de camino al hospital. Se ha suspendido la corrida", se aseguró desde el espacio vespertino de Telecinco.
Además, se añadió a través de fuentes cercanas al diestro y testigos oculares de lo sucedido: "Ha sido trasladado en una UVI medicalizada y han tenido que intervenirlo por el camino. Su madre, Teresa Rivera, está muy preocupada". La novia de Canales, Isabel Márquez de Prado, estaba viéndolo torear desde la grada y fue la encargada de comunicarle el percance a su madre.
"La cogida le ha afectado a la entrepierna. Ha sido en una de las piernas, sangraba mucho. La ambulancia va muy despacio debido a la gravedad de la cogida", ampliaron la información, para matizar: "Todo ha ocurrido cuando ha salido a torear el primer toro. Al principio, él ha salido andando de la plaza y no se ha quedado inconsciente".
Curiosamente, fueron circunstancias similares a las que rodearon la muerte de su tío, Paquirri. El legendario torero falleció el 26 de septiembre de 1984 en la plaza de toros de Pozoblanco, en Córdoba, donde no había enfermería.