Corría septiembre de 2008 cuando la casa de Gran Hermano abría sus puertas a los concursantes de su décima edición. Una temporada presentada por Mercedes Milá (71 años) y Jorge Javier Vázquez (51) que estuvo marcada por las polémicas. Tras 123 días de concurso, el ganador fue Iván Madrazo, un joven de Zaragoza que quedó eclipsado por su amiga y tercera finalista, Almudena Martínez (38), más conocida como Chiqui.
Ya durante las semanas que estuvo dentro de la vivienda ubicada en Guadalix de la Sierra la joven murciana demostró tener un carácter muy especial que la convertía en un buen personaje televisivo. No solo eso, Chiqui también caía muy bien al público por su desparpajo y sinceridad.
Pese a esto, nada más salir del reality decidió probar suerte en el mundo empresarial, abriendo una discoteca en su Murcia natal a la que llamo WaterSound. Un ambicioso proyecto que no salió como esperaba y acabó abandonando por diferencias con el resto de socios. Sin embargo, en aquel momento sacó algo positivo y es que conoció al que sería su pareja y padre de sus hijas, Borja Navarro, quien trabajaba como dj en el local.
Pero como del amor no se come, Chiqui tuvo que buscar una nueva salida profesión, apostando por ese medio en el que tan bien le había ido y donde tuvo una buena acogida: la televisión. Gran Hermano volvió a convertirse en su hogar tras fichar en 2010 como participante de El Reencuentro, quedándose a las puertas de la final.
Una experiencia que supuso su salto definitivo al mundo televisivo y es que al poco el programa Sálvame la fichó para ser una de sus reporteras, en sustitución de Adriana Abenia (38), que se despedía de los espectadores en mayo de 2011. Los más recordados son sus reportajes políticos, gracias a los cuales se ganó la simpatía de los políticos españoles.
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Si bien parecía que había encontrado su lugar, este nuevo trabajo tuvo consecuencias negativas en su salud que le obligaron a cogerse una baja médica. "Por el estrés, se me cayó el pelo, se me inflamó el riñón y estuve haciéndome un montón de pruebas médicas", declaró a su vuelta, explicando que había estado tomando medicamentos. "Todo ha sido por el estrés, los nervios y el cambio de temperatura de Murcia a Madrid, que me ha afectado mucho", dijo.
Ya recuperada, pareció hacerse un hueco en los platós de Telecinco, a los que ha seguido ligada con varios altibajos e interrupciones motivadas por aspectos más relacionados con su vida personal que con la respuesta de la audiencia a sus apariciones.
Las bodas de Sálvame, donde se casó con su novio Borja, fue otra de sus experiencias más recordadas. Después llegó Supervivientes en el año 2014, donde coincidió con Rafa Lomana, Katia Aveiro o Bibiana Fernández, convirtiéndose en la 11ª expulsada. Tras esta nueva etapa mediática Chiqui regresó de nuevo a Murcia, donde intentó reinventarse como peluquera canina, otro trabajo que tampoco cuajó, volviendo a apostar de nuevo por su faceta más mediática y luchar por un puesto -que no logró- como colaboradora en la Sálvame Snow Week en 2016.
Pese a todo, ese fue un año muy importante en su vida y es que se convirtió en madre por primera vez. Una niña que se llama Alma que parecía afianzar aún más su relación con Borja Navarro y cuyo nacimiento fue retransmitido por el equipo de Sálvame Deluxe, gracias a lo cual los espectadores fueron testigos de la llegada al mundo de la niña.
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Su segunda hija, Bella, llegaba al mundo apenas dos años después, en noviembre de 2018. Un nacimiento que anunciaban a través de las redes sociales, desvelando que la pequeña había nacido de manera prematura y a través de cesárea. "He tenido muchas complicaciones en el embarazo y por eso hemos sido muy precavidos con ello hasta la finalización del mismo, lo más importante es que todo salió bien", declaró al poco.
Convertidos en padres de dos niñas parecía todo iba bien entre Chiqui y Borja, pero nada más lejos de la realidad. En 2019 se conocía su separación tras más de diez años de relación, y la verdad es que no fue nada amistosa. Según contaba ella en Sálvame Deluxe su ruptura había sido complicada. "He vivido un infierno durante cinco años. Él se tiraba todo el día en el ordenador", comentaba. Un episodio que acaparó decenas de titulares y es que la ex de Gran Hermano llegó a afirmar que había tenido "miedo tanto por mí como por mis hijas".
Finalizada esta etapa amorosa tan complicada, Chiqui volvió a centrarse en ella misma y en sus hijas, de quienes se ocupa a diario. Y todo sin dejar de lado su constante reinvención profesional. Y es que aunque no ha dado por finalizada su etapa televisiva, no ha conseguido un puesto estable que le permita vivir sin preocupaciones.
Tal y como desveló el pasado mes de octubre en sus redes sociales, ahora es vedette. "Quien nace artista, será siempre artista", aseguraba junto a una imagen en la que se mostraba posando y rodeada de trajes brillantes.
Una nueva profesión que volvió a llevarla al plató de Sábado Deluxe, donde mostraba sus dotes artísticas. Este proyecto, sin embargo, se ha convertido en un gran misterio pues tras anunciar en el mes de noviembre que iba a protagonizar un espectáculo llamado 'Enamórate', no se ha vuelto a saber del mismo.
Pero tampoco de la propia Chiqui, que parece haber dejado a un lado sus redes sociales y es que desde este mes de febrero no comparte ninguna actualización. "Se te echa de menos", le ha escrito algún follower, sin recibir respuesta.