Abril de 2022 es un mes marcado en rojo en el calendario vital de Boris Izaguirre (56 años). No en vano, volvió a nacer tras pasar por quirófano para hacer frente a un problema cardiovascular grave. Entonces, la vida de Boris se paró en seco y, prácticamente, se puso del revés.
La vida le dio un aviso serio: hay que cuidarse más y pisar el freno a nivel laboral. Con esa lección convive el escritor y presentador desde entonces. Hace unos días, Izaguirre acudió a la exposición Alex Katz, con la colaboración de Las Rozas Village, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, y EL ESPAÑOL pudo charlar con él.
Boris habla, con absoluta sinceridad, de trabajo, de su enfermedad, del verano que le espera y hasta de la presunta infidelidad que ha desembocado en divorcio en el caso de Shakira (45) y Gerard Piqué (35).
¿Cómo se encuentra?
Yo muy bien, muchas gracias. Estupendamente.
Se le ve más delgado.
Ya estaba bastante delgado. Nunca se es suficientemente delgado ni lo suficientemente rico.
Después de lo que ha pasado, hay que quedarse con lo bueno de la vida, ¿no?
Sobre todo, con la prevención, que es lo más importante en este caso. Aunque ahora viene la recuperación y el postoperatorio. Pasar por esta operación para mí ha sido importantísimo porque ha prevenido que hubiera sido mucho peor.
¿Qué síntomas tuvo que le hicieron alarmar?
Evidentemente, muchísima desubicación y cosas extraordinarias como que, de repente, el lado izquierdo no funcionara tan bien como el derecho. Lo bueno fue darnos cuenta y haber tenido la suerte de tener a buenos amigos, a Rubén -su marido- y magníficos profesionales cerca. La prueba definitiva dio con la solución y el lugar. Vino el cirujano y le dije que no íbamos a esquivar de ninguna manera la intervención.
¿Sintió miedo?
No, qué va. Miedo en ningún momento. He sentido muchísima pena, como lo llamamos en mi país, vergüenza, y preocupación por el dolor que creé en el resto de las personas a mi alrededor. Eso fue lo que me hizo pensar en que, realmente, no se puede ser tan irresponsable. Ahí te das cuenta de las responsabilidades verdaderas: el afecto, el amor, la vida que has creado con tu gente.
Es muy querido. Se habrá dado cuenta estos días...
Esto me llama mucho la atención, pero también me parece una nueva responsabilidad y lo asumo como tal. Siempre he dicho que la fama me dio disciplina, que era algo que no tenía de ninguna manera ni nada me lo enseñaba. Me enseñó a ser puntual, a atender, a responder. Cómo vestirme, cómo enfrentarme... Esta nueva responsabilidad me ha hecho crecer en ese aspecto.
¿Es usted creyente?
No soy creyente, pero sí creo en algunas cosas. Creo en Carolina Herrera (83) y en Isabel Preysler (71). Creo en la medicina y en la cirugía. Y creo en mí, que es lo más importante.
Isabel Preysler lo visitó en el hospital.
Sí, es cierto. Vino a verme. No lo sabía y realmente estuve muy impactado de su presencia. Aproveché que estuvo allí para decirle varias cosas que me parecieron muy importantes, y también para decirme a mí mismo cosas que me hicieron enfrentar mucho mejor mi situación. Eso también se lo agradezco. En el momento en que me giré hacia ella... Es verdad que estaba Rubén también. Dije 'vosotros sois las personas que más quiero en el mundo'. A ella es la persona que más quiero en el mundo.
Y ahora, Boris, ¿qué hay que hacer?
Hay que intentar no hacer ese tipo de cosas, de 'vengo de hacer La Resistencia, he estado toda la mañana reunido para un guión. Ahora me voy a cenar con santa Carolina Herrera, que está aquí'. Lo que tengo que intentar es no hacer días de cuatro o cinco cosas a la vez. Al final, también me da un poco de subidón volver a recuperar un poco mi normalidad. Ahora tengo mejor circulación sanguínea.
¿Cómo se presenta el verano?
Con mucho trabajo. Tenemos que trabajar. Es Rubén quien consigue estos trabajos y para que sienta que le hago caso, los hago.
Usted volvió a nacer el pasado mes de abril.
Me gustaría ser muchísimo más responsable, la verdad es que sí. ¡Estaba tan empeñado en que me metieran una neurona más en la operación para ser todavía más inteligente! Hacer cosas todavía más increíbles, pero voy a intentarlo.
Desde entonces, siempre hay dos fechas en su calendario.
Totalmente, tengo dos fechas de cumpleaños. Todo es doble para mí. El 12 de abril, que nací en Madrid, en la Ruber de Juan Bravo, y el 29 de septiembre que nací en Caracas. Y mañana Rubén y yo celebramos 30 años de habernos conocido. Yo tengo dos países, tengo dos cementerios y dos familias.
¿Y dos maridos?
Dos maridos no, pero recomiendo que no se haga tanta locura con la cosa de la infidelidad. Vengo a decir eso en La Resistencia, a colación de Shakira. ¿Tú crees que si te separas vas a acabar con la infidelidad en el mundo? No, es absurdo.
¿El secreto, entonces, es tener una relación abierta?
El secreto es aguantar. Eso es lo importante en una relación y no considerarlo anticuado. Ese es mi secreto y el de Rubén. Rubén no ha sido infiel, yo sí. Hay pruebas, hay WhatsApp que lo demuestran.
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¿Cómo se lo tomó él?
Ha sido duro volver a ganarse su respeto. Encima, pagarle con esta moneda tremenda de ponerle en jaque. Lo hemos sobrevivido.
¿No hay arrepentimiento?
No tiene por qué haberlo, porque es absurdo. No te tiene por qué hacer sentir mal, porque todo es infiel. Estás rodeado de infidelidad, no hay nada que sea fiel. Las únicas personas que fueron fieles fueron los dinosaurios y mira cómo acabaron.
Se ha hablado de un embarazo de Tamara Falcó, ¿la ve en ese papel?
Va a ser fantástica, como hija y como hermana. Tamara (40) es genial, ha sido un milagro. Es una persona fantástica. Hay que dejarlos tranquilos. Todo vendrá. Los noviazgos tienen fecha de inicio, pero no se sabe cuál es su final.
¿Tamara es fiel?
Sí, Tamara es fiel y creyente. E Íñigo Onieva (33) también. Él será fiel a su manera. En el fondo, eso ellos lo tienen bastante superado. No es una cosa que los detenga en su querencia.
Su amiga Rocío Carrasco estrena la segunda parte de su documental...
La quiero mucho, por fin vuelve el documental. Esto ya lo estábamos esperando que fuera a ser así. Creo que ella, durante estos años, ha preparado muy bien todo su testimonio. Me parece bien, para ella va a ser liberarse.
¿Habla con ella?
Sí, durante la emisión del documental la llamé varias veces para decirle que es muy valiente todo lo que hace. Ha ganado fuerza con esto, completamente. Tenemos que entender que durante 20 años, o más, ella ha estado atrapada en esta situación de no hablar para no aumentar más al monstruo. La respaldo y la respaldaré siempre.
Ha estado en MasterChef grabando, ¿verdad?
He estado de visita. Fue justamente en MasterChef donde me di cuenta de que algo no funcionaba bien. Un plato que conocía tan bien, de repente ya no lo veía. No sabía cuál era. Todo el mundo a mi alrededor estaba sorprendido y tuvimos que parar y volver a empezar. MasterChef siempre hace bien. Me ha rehabilitado mi carrera y ahora me ha salvado la vida.
Por último, otra amiga, ¿cómo está Ana Obregón?
Muy bien. También muy bien. Está empezando un proceso de sanación, en el que ya lleva un tiempo. Es muy inteligente y ha entendido que tiene que reponerse porque la vida continúa. La vida sin Álex es durísima, pero sigue siendo vida, y ella quiere vivir. Está divinamente bien rodeada.