Hace unos días, en el concierto de Londres que festejaba el Jubileo de Platino de Isabel II (96 años), el Príncipe de Gales y su esposa subían al escenario para dar un pequeño discurso ante miles de personas. Entonces se pasó por alto la sorpresa que escondía el look de Camilla de Cornualles (74). Vestida con una maravillosa túnica azul marino con bordados plateados destaba una vez más por su elegancia, pero nadie imaginaba que la prenda en realidad no era suya.
El propietario no es otro que Carlos de Inglaterra (73), que la había recibido unos años atrás como regalo durante una visita oficial a Arabia Saudí. Y no dudó en ponérsela como gesto de agradecimiento a sus anfitriones. Hay imágenes que así lo atestiguan.
La pieza es una túnica tradicional del citado país, que llevan los hombres sobre otra blanca. Fue creada por el diseñador saudí Yahya Al Bishri, que suele trabajar para diferentes familias reales como la jordana, y también visitó en su día a Lady Di. Él ha revolucionado la moda masculina en muchos países árabes añadiendo color y estampados a sus diseños.
La comparativa no deja de ser divertida. Parece que utilizan la misma talla y la túnica ha permanecido bien guardada en el ropero real hasta que la duquesa de Cornualles ha decidido rescatarla y convertirla en protagonista de una cita muy especial. La combinó con sus pendientes de diamantes y oro blanco favoritos, de la firma Van Cleef Arpels, que tienen un precio de 50.000 euros y están inspirados en La Alhambra de Granada. Así que también hubo toque español.
Echando la vista atrás, cuando el príncipe de Gales la llevó en su día, sobre su ropa normal, fue ayudo por uno de sus anfitriones para abrochar la hilera de botones que van del cuello al bajo. Nada de turbante, sólo se puso unas discretas gafas de sol aquel día. Desde entonces, nunca se había vuelto a saber de la prenda.
Por eso, ahora su esposa se la ha 'robado', pues encaja perfectamente con su estilo. A Camilla le encantan las prendas de inspiración árabe y su armario está lleno de vestidos-túnica con bordados que luce sin descanso, en corto y en largo, para sus diferentes apariciones institucionales. ¡Incluso en las de gala! Siempre aderezados con accesorios más occidentales.
Sin ir más lejos, para el servicio religioso del Jubileo de Platino del viernes 3 de junio, escogió uno de ellos, en blanco, de corte midi y con bordados dorados. Era de Fiona Claire, una de sus diseñadoras favoritas, en la que confía muy a menudo.
La complicidad que une a los futuros reyes de Inglaterra se demuestra hasta en esto. Poco a poco, la duquesa de Cornualles ha ido haciéndose un huequito en el corazón de los británicos que tanto amaban a Diana de Gales y que la consideraban la auténtica villana de la historia por estar en medio del matrimonio. Con el paso de los años, su discreción, siempre en un segundo plano, y su apoyo a causas como la lucha contra la violencia de género han sido claves para que su popularidad aumente.
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