María Navarro, la que fuera representante, confidente, amiga y mano derecha de Isabel Pantoja (65 años) ha fallecido, según ha desvelado este viernes, 6 de mayo, la periodista Chelo García-Cortés (70) en el programa Sálvame Naranja. Navarro, que era madre de la célebre actriz Lola Dueñas (50), llevaba desde 2015 viviendo en una residencia en la que tenía atención las 24 horas del día debido a su enfermedad.
Chelo García-Cortés ha admitido en su programa que durante Supervivientes 2019, cuando compartió playa y Cayos Cochinos con Isabel Pantoja, instó a la creadora de Se me enamora el alma a que llamase a María Navarro, ya aquejada de salud por la conocida como enfermedad del olvido. Isabel jamás llamó. Al menos así lo afirma la citada periodista a través de fuentes de la familia de la fallecida.
La relación profesional entre la artista y la manager comenzó en los años en los que la amistad entre Isabel Pantoja y Encarna Sánchez atravesaba su momento más álgido. María Navarro trabajaba en el programa de radio de la locutora y esta quiso que alguien de su confianza fuese quien llevase los asuntos de quien entonces era su mejor amiga.
Para ello no había nadie que pudiera resolverlo de manera más exquisita que María Navarro, que se empeñó a fondo para llevar a cabo con éxito la labor que le había encomendado su jefa: salvaguardar la carrera de la tonadillera. Navarro se convirtió entonces en su escudera, en su mayor defensora.
Era habitual verlas juntas trabajando, viajando y cuando los medios de comunicación intentaban preguntar a Pantoja en momentos delicados de su vida marcados por la actualidad informativa, María salía en su defensa como pocas personas han hecho en público. En los últimos años, al igual que con otros grandes amigos que la cantante tuvo en la época, dejaron de hablarse.
Fue en el año 2013. De un día para otro: sin más. María dejó de ser la sombra para desaparecer para siempre de su lado. La versión oficial que se esgrimió entonces fue una carga familiar importante para María: el cuidado de una de sus hijas. Y es que, Ana Dueñas sufría una larga y grave enfermedad y requería de la ayuda de su madre de forma diaria. Finalmente, pese a los ímprobos esfuerzos, ocurrió el peor desenlace, puesto que la hija de María, abogada de profesión, fallecía cuando tan solo tenía 50 años.
"María tenía un dolor muy grande con Isabel. Ni siquiera le dio el pésame por su hija Ana. Eso fue lo que a ella la destrozó. Tanto por el fallecimiento como porque en ese momento necesitaba el apoyo de todos", aseguraba, hace un tiempo, un amigo íntimo de Navarro en la revista Corazón. La última imagen pública de María Navarro data del año 2015, cuando acudió, de riguroso negro, al entierro de Ana Diosdado.
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