Este pasado 17 de abril, en España se celebraba el Domingo de Resurrección para todos aquellos cristianos, creyentes, que recibían con júbilo el fin de la Semana Santa. En el hogar de la ministra de Igualdad, Irene Montero (34 años), tan sólo era "domingo", según publicaba ella misma en sus redes sociales junto al emoji de un corazón morado. Aunque no por ello dejó de ser un día de lo más especial.
La política y psicóloga dio salida en su cuenta oficial de Instagram a una fotografía con la que se salta, levemente, sus propias normas: proteger al máximo la intimidad de sus tres hijos. En el cuarto de juegos del chalé que tiene en propiedad junto a Pablo Iglesias (43), Montero inmortalizó y posteó por primera vez la imagen de sus mellizos, Leo (3) y Manuel (3), y de la pequeña Aitana (2).
En la instantánea se observa cómo Irene Montero está totalmente despojada de su atuendo de ministra de Igualdad y exhibe su lado más personal: el de madre que juega con sus hijos, con un atuendo cómodo y luciendo moño messy. Pendientes de su discurso se encuentran sus tres vástagos, que observan cómo Montero les cuenta una historia detrás de una especie de escenario de teatro artesanal con el que seguramente empleará algunos guiñoles para dar más fuerza a su relato.
A la derecha de la imagen se hallan Leo y Manuel. Uno de ellos viste camiseta de rayas verticales en color celeste y azul Klein mientras que no suelta a su dinosaurio de peluche marrón. El otro mellizo, ubicado en el centro de la imagen, lleva una camiseta de algodón de color vigoré y una especie de falda, rematada con un volante, estampada en flores de colores donde predominan el verde, el rojo y el marrón.
Aitana, la benjamina de los Iglesias Montero, lleva una camiseta azul marino y un pantalón en color nude. Ha llamado la atención de sus seguidores que los tres hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias lucen un corte de pelo muy similar y presumen de una preciosa melena ondulada de cabello rubio. Sin tecnología alrededor -en la foto no hay móviles, tablets ni videoconsolas-, los pequeños Iglesias Montero se distraen con las aventuras que les narra su madre.
Destacan también entre sus juegos diferentes elementos educativos, entre ellos, un arcoíris y un árbol musical multicolor de madera, que en realidad es un circuito de canicas -contiene 6- y que ayuda a desarrollar la percepción visual del niño. El pasado mes de enero, la militante de Unidas Podemos publicó una imagen donde se veía a los pequeños jugando con unos anillos y unos discos de Peach Montessori, una marca francesa que ofrece juegos de madera educativos naturales y sostenibles. Inspirados en la pedagogía Steiner y Montessori, el método educativo que Iglesias y Montero siguen para sus hijos, los juguetes Peach Montessori son "una invitación a crear, manipular y dejar volar tu imaginación".
Montero y la maternidad
El 3 de julio de 2018, Irene Montero daba a luz a sus dos primeros hijos, Leo y Manuel, de manera prematura, pues nacieron en su vigesimoséptima semana de gestación cuando ella estaba embarazada sólo de seis meses. Los primeros hijos del que fuera vicepresidente segundo del Gobierno permanecieron 100 días en el área de neonatología del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón.
Durante esos tres meses, Leo y Manuel fueron observados día a día por sus doctores a la vez que sus padres empleaban el Método Mamá Canguro (MMC), una técnica completamente natural con la que los bebés prematuros están en contacto físico, piel con piel, tanto con su padre como con su madre.
El 8 de octubre de ese año, los mellizos fueron dados de alta hospitalaria, pero su recuperación continuaría en casa. Los bebés debían seguir acudiendo a la consulta de neonatos y, en el caso de necesitarlo, también recibirían atención temprana, tal y como pudo confirmar EL ESPAÑOL. Hasta la fecha, que se sepa, Leo y Manuel tan sólo han tenido que acudir de urgencia una vez al hospital. Fue en septiembre de 2020 a causa de una bronquiolitis.
El 3 de agosto de 2019, tan sólo 13 meses después, y también de forma prematura, Irene Montero y Pablo Iglesias daban la bienvenida a su pequeña, Aitana. La pareja política y sentimental explicó que el nombre de su hija quiere ser "un homenaje al exilio español y a la América Latina que abrazó a aquellas mujeres y hombres". "Saliendo de Alicante hacia el exilio que les acabaría llevando a América Latina, María Teresa León y Rafael Alberti se despidieron de su patria mirando por última vez la Sierra de Aitana llena de flores rojas. Aquella visión inspiró primero el nombre de la hija de dos poetas y después los de muchas más hijas, como la nuestra", escribieron.
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