El hecho de tener unos padres tan populares como Cayetano Rivera Ordóñez (45 años) y Blanca Romero (45), ya hacía presagiar que la vida de Lucía Rivera (23) iba a estar acompañada por los focos mediáticos desde que diera sus primeros pasos. Sus apellidos y su talento como modelo han sido la combinación perfecta para que muchas marcas vean en ella a la persona ideal para promocionar sus productos, algo que queda patente al darse una vuelta por el perfil que tiene la influencer en Instagram.
Con la llegada del 2022, la modelo ha ampliado aún más sus horizontes profesionales de la mano del diario La Vanguardia, donde tiene una columna de opinión bautizada como Te lo cuento yo. Su estreno se produjo el pasado 16 de febrero, causando un gran revuelo. La razón, una confesión de lo más personal que queda reflejada ya en el título del texto: Sobre mi salud mental.
A lo largo de una columna en la que habla de experiencias y vivencias personales, Lucía Rivera califica a la salud mental como "la gran asignatura pendiente" de nuestra sociedad. A partir de la recomendación de un libro, Cómo hacer que nos pasen cosas buenas de Marian Rojas Estapé, la modelo no tiene reparos en reconocer que ha sufrido ansiedad desde muy pequeña. "Al vivir con ella os diría que llegué a aceptarla de tal manera que se hizo mi compañera, ni siquiera la reconocía. Y seguí con mi vida sin hacerle caso, entre viajes, shootings, castings, Instagram, fiestas, amores, desamores…"
Además, de esto, Rivera también habla de otra enfermedad mental, esta vez a partir del ejemplo de su abuela, que sufrió depresión con claustrofobia, a partir de "unos miedos irracionales", que incluso le llego a impedir salir de casa. "Muchos años después se recuperó, aunque todavía hoy es un mundo para ella subirse a un avión", detalla.
Por todo ello, la modelo anima a la gente a "admitir que nos sentimos vulnerables y reconocer que necesitamos ayuda", para que no se repitan casos como el de Cheslie Kryst, elegida Miss Estados Unidos en 2019, y que acabó suicidándose en enero de este 2022. La solución, como destaca Lucía Rivera pasa por "animar a nuestro entorno a ir terapia si lo necesita".
La situación que expone nuestra protagonista de hoy no es, en absoluto, baladí. Las cifras de las autoridades sanitarias revelan el aumento de la incidencia de los problemas de salud mental, una situación que se está agravando en el actual contexto de pandemia, especialmente entre la población más joven. Además, como ponía de relieve Lucía Rivera en su columna, el alto ritmo de nuestras rutinas tampoco sirve de ayuda. De hecho, se estima que un 20% de la población mundial, es decir, la quinta parte, padece ansiedad, aunque muchas de esas personas no son conscientes de ello.
Esa es una de las razones por las que puede ser necesario recurrir a un especialista, también por una evidencia científica: está considerada como un síntoma de diferentes cuadros clínicos, ya que se puede manifestar a través de palpitaciones, temor a la muerte o una sensación más o menos permanente de falta de aire.
A partir de un diagnóstico, se puede efectuar un proceso terapéutico, siendo el más recurrente el que combina el uso de ansiolíticos con psicoterapia. En esta segunda parte se suele abordar los problemas que pudiera tener el paciente a la hora de gestionar las situaciones que le generan ansiedad. Del éxito de ese trabajo depende que la ansiedad no se convierta en un problema crónico que, como narraba Lucía Rivera, puede acabar desembocando en una depresión. La propia modelo lo resume con una frase de lo más acertada: "Cuando tu cerebro está bien todo mejora, estamos en armonía con todo nuestro entorno y contagiamos esa sensación".
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