A Brianda Fitz-James Stuart (37 años) le quedan aún muchos sueños por cumplir, tal y como ella misma desveló a JALEOS en la última Nochevieja. Pero la nieta artista de la fallecida Cayetana de Alba no espera sentada a que esas metas lleguen a ella, sino que se esfuerza cada día por alcanzarlas por sí misma.
Ya en el arranque del 2021, la hija de Jacobo Siruela y María Eugenia Fernández de Castro confesó a este medio que su agenda se presentaba ambiciosa de cara a este año, y efectivamente lo está siendo. Licenciada en Diseño de Moda, la joven es ilustradora profesional, diseñadora y escritora, pero por encima de todo ello es artista, porque la pintura y la creatividad son parte de su existencia.
Su ajetreada rutina actual no es algo nuevo en la trayectoria laboral de Brianda. De hecho, sabe lo que tiene que hacer cada día para ser realmente productiva: "Despertarme pronto, hacer quince minutos de ejercicio, ¡desayunar bien y a pintar! El problema es cuando tengo que hacer recados, contestar mails, llamadas, reuniones de trabajo… todo eso me descentra muchísimo. Lo ideal es irme al campo y encerrarme o trabajar los fines de semana o cuando hay vacaciones. Necesito mucha tranquilidad para crear. Aunque, es verdad que con el tiempo voy aprendiendo a compaginarlo todo", detalló a este medio en su última entrevista.
Y es que solo hay que echar un vistazo a su curriculum vitae y su porfolio para atestiguar todo lo que ha conseguido hasta ahora. Sus dibujos, láminas, cuadros y libros pueden adquirirse en su web oficial, pero no es lo único. Su idiosincrasia artística está presente incluso en los lugares y materiales más insospechados. Tal y como puede advertirse en su tienda online oficial, Brianda ha estampado su arte sobre alfombras, piezas de cerámica, papel pintado para las paredes o incluso cinta adhesiva decorativa. Además, recientemente la ilustradora también ha sido la encargada de crear el packaging -la caja y envoltorio- de los jabones de manos y champús sólidos de Midnight Cosmetics, marca de belleza creada por la influencer catalana Nina Urgell.
Fitz-James apenas ha tenido tiempo de descansar en verano, y ya este septiembre vuelve a ponerse en marcha con nuevos proyectos. Tal y como adelantó ella misma a este diario, esta semana ha lanzado al mercado una libreta en colaboración con Tan Tan Fan, también con ellos ha realizado una agenda para el nuevo curso. Pero sin duda el lugar más llamativo en el que ha plasmado su talento ha sido en unas invitaciones de boda realizadas para el enlace de dos amigos. Y es que la creativa trabaja a menudo por encargo, por vía de quienes conocen su talento, y diseña e ilustra sobre casi cualquier soporte; hace un tiempo se dejaba ver pintando un biombo, ahora lo hace sobre postales nupciales y mañana será cualquier otro sorprendente reto.
Todas sus llamativas obras están 'expuestas' en su perfil oficial de Instagram, donde se presenta como una influencer con gran potencial. Y es que las redes sociales también se han convertido en una fuente de ingresos excepcional para Brianda. El gusto artístico de la joven atrae a las marcas más exigentes que no solo buscan que promocionen sus productos, sino que el mensaje se lleve a cabo de manera creativa y exquisita. Por ello, la ilustradora se convierte en un acertado fichaje. Realiza promociones para los perfumes de la marca de lujo Gucci y también es el rostro de la novedosa bebida alcohólica Bombay Bramble. Brianda, que se muestra tímida y recelosa al hablar con los medios, es, con diferencia, la que más y mejor rentabilidad saca a sus redes de toda su mediática familia.
Un don heredado
El pasado mes de enero, Brianda Fitz-James conversó con este periódico sobre su faceta profesional y personal y cómo estas dos tienen algo en común: su pasión por el arte. Y ¿de quién ha heredado ese talento para las musas pictóricas? "De mi padre que fue pintor de pequeño y hacía exposiciones con apenas 10 años, siempre ha sido muy artista y es una gran influencia en mi trabajo. Y de mi abuelo Fernando que ilustraba unos cuentos preciosos que él mismo inventaba para sus hijos", fue la respuesta de la ilustradora.
Ella misma detalla a este medio qué ha adquirido de su padre y qué de su madre: "Me parezco a mi madre en su carácter conciliador, en tratar de ayudar y el buen humor. A mi padre la vena artística y la sensibilidad".
No es extraño que Brianda sea una persona envuelta en el ambiente de las musas, pues pertenece a una familia que siempre ha estado rodeada de Arte y de Historia hasta el punto de que varios de sus antepasados están incluso retratados en cuadros expuestos en museos de gran reputación. "Realmente no eres consciente de la influencia de tu ambiente familiar hasta que eres mayor, forma parte de tu vida y es algo natural. Puede que me haya influido más la educación de mis padres, me inculcaron desde pequeña el amor por el arte", confesaba en la entrevista concedida a este diario.
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