Una de las obras cumbre de la televisión de José Luis Moreno (74 años) fue, sin duda, Noche de fiesta. Era el show que amenizaba las horas más tardías de los sábados entre finales de los 90 y principios de los 2000. Una entretenida creación en la que se llevaban a cabo coreografías grupales, actuaciones musicales de reconocidos cantantes, monólogos y también sketches cómicos. En este último formato destacó un joven rubio, de musculado cuerpo y acento extranjero: Martin Mester (44).

El actor procedente de Český Těšín, en República Checa, llamaba la atención de la audiencia cada noche debido a su aspecto apolíneo y su divertida forma de hablar y de confundirse con los vocablos del idioma español. Solía interpretar al marido, al amante o al portero de discoteca en las breves actuaciones que se representaban en vivo sobre el escenario.

Martin era un habitual en las obras de José Luis Moreno, pero su vínculo se extendía más allá de lo profesional. Y es que el productor y el actor llegaron a entablar una estrecha amistad hasta el punto de que -según se ha indicado en Sálvame esta semana- Mester vivió largas temporadas en la mansión del ventrílocuo, en Boadilla del Monte, donde este martes fue detenido por la Policía Nacional y la Guardia Civil acusado de liderar una organización criminal internacional y haber estafado, supuestamente, más de 50 millones de euros.

De hecho, cuando Moreno vivió el peor asalto a su casa, en 2007, en el que una banda de albanokosovares entró por la fuerza y le atacaron a golpes y a hachazos, el checo estuvo a su lado para acompañarle en el hospital. Existen imágenes que acreditan cómo el director salía en silla de ruedas del centro sanitario y a junto a él, al mismo paso, permanecía el actor, sin querer acaparar los focos y manteniéndose discreto.

Los años que pasó el checo al lado del madrileño le convierten en el mejor testigo y guardador de sus secretos más personales. Mester vivió largas temporadas entre las cuatro paredes del refugio más personal de Moreno; hasta que un día dejó la casa. Ambos compartían confidencias y formaban un auténtico tándem en todos los proyectos que produjo el empresario durante su intenso periodo de amistad.

Pero ha pasado más de una década desde entonces y sus vidas ya tomaron caminos diferentes. Mientras el español continuaba con su carrera en su tierra natal, Martin ha aprovechado el tiempo viajando sin parar. Además de dejarse ver por las calles de Madrid y de su lugar de nacimiento en República Checa, también ha estado en las Seychelles, las Maldivas, Suiza, Montecarlo... lugares muy lujosos a los que además ha volado en jet privados o en clase business y una vez en el destino se ha alojado en los hoteles y resorts más exclusivos.

Una vida que expone en su perfil de Instagram -donde acumula más de 13.000 seguidores- de forma activa. Visitar sus redes es sumergirse en una historia idílica, repleta de color, músculos y lugares paradisíacos en compañía de su novia. 

Sin embargo, hay un detalle de su vida 'pasada' que no ha abandonado: el culturismo. El checo es una figura muy reconocida en esta disciplina en su país desde hace años y para no perder la forma ni su reputada posición, acude cada día a los mejores gimnasios para seguir ultimando su cuerpo.

Su pasión por las plataformas audiovisuales hizo que hace ya siete años abriera su propio canal de YouTube del que disfrutan más de 32.000 suscriptores en la actualidad. Sus 342 vídeos compartidos tienen un total de 7,8 millones de visualizaciones. Mediante esta ventana a su vida solo muestra contenido dedicado al deporte y a su faceta como culturista profesional.

La noticia de la detención de José Luis Moreno ha llegado a oídos de Martin Mester gracias a los medios de comunicación. El espacio Ya es mediodía se ha puesto en contacto con él y, tras informarle, se ha mostrado muy sorprendido al tiempo que confiesa: "Yo no sé nada, estoy fuera de España, me tengo que informar bien". El checo podría aportar, sin duda, información de primera mano del día a día dentro de esa casa por el tiempo que estuvo allí alojado. Un testimonio relevante que, quizá, podría dar algunas claves para la investigación.

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