A lo largo de su trayectoria profesional, José Luis Moreno (73 años) ha sido noticia en varias ocasiones por sus problemas financieros y la mala gestión de sus empresas audiovisuales. Sin embargo, Alberto (46) y Laura Caballero (42), sus sobrinos y creadores de la serie La que se avecina, pueden presumir de tener mucha más habilidad a la hora de gestionar sus negocios.
Los hermanos, que en 2011 sustituyeron a su tío al frente de la producción de la ficción de Telecinco, han logrado trasladar el éxito televisivo de la serie a las cuentas de su compañía, algo que Moreno no siempre ha conseguido con sus proyectos.
Alberto y Laura administran al 50 por ciento Contubernio Films SL, la empresa que se encarga de producir la serie. JALEOS ha tenido acceso a las cuentas anuales de esta factoría, las cuales reflejan una excelente salud financiera pese a los elevados costes que conlleva un proyecto de tal calibre.
Según los datos que la compañía presentó al Registro Mercantil en el último ejercicio, su facturación ascendió a más de 11,8 millones de euros en 2019. Una cuantiosa suma que ha permitido a la productora obtener un beneficio neto de más de 477.000 euros.
La notable diferencia entre los ingresos del negocio y sus beneficios se debe a los altos costes que la empresa debe asumir para la producción de La que se avecina. Y es que, solo en el año pasado, Contubernio abonó 1,2 millones de euros en inversiones inmobiliarias y más de 6,5 millones en gasto de personal.
El mérito de estas millonarias cifras es todavía mayor si se tiene en cuenta que los ingresos de Contubernio Films dependen casi exclusivamente de la producción de La que se avecina. De hecho, la serie El Pueblo fue su única creación nueva el año pasado.
Conflicto familiar
En 2011, José Luis Moreno fue apartado de la producción ejecutiva de uno de sus proyectos más exitosos, la serie La que se avecina, por la falta de liquidez y los constantes impagos de su factoría, Alba Adriática.
En aquel momento, la ficción pasó a manos de los sobrinos del famoso empresario. Ante los constantes sobrecostes del rodaje de la serie, Telecinco decidió dejar de asumir la producción y los hermanos crearon Contubernio SL para realizar los nuevos capítulos, recibiendo a cambio una cantidad fija por parte de Mediaset.
A pesar del cambio, la ficción humorística siguió desarrollándose en su plató habitual, propiedad de José Luis Moreno. Sin embargo, en mayo del año pasado surgían los rumores de desavenencias entre tío y sobrinos, una mala relación que acabó confirmando el propio Alberto Caballero al anunciar que la serie cambiaría de escenario para su temporada 13: "No hemos llegado a un acuerdo con el propietario de los platós. Tenemos ciertas diferencias", aseguró el productor en un corrillo con cinco medios especializados en televisión, entre los que estaba BLUPER. Lo hizo sin ni siquiera mencionar el nombre de José Luis, el propietario del set de rodaje desde los comienzos de la serie.
Sin duda, una situación límite entre tío y sobrinos que, según pudo confirmar entonces JALEOS, nacía por "serios desacuerdos" entre la productora de los hermanos y el dueño de los estudios de grabación Kulteperalia, Moreno. Tal y como se informó a este medio, la discrepancia entre ambas partes llegó hasta tal punto que la posibilidad de que Kulteperalia y Contubernio vuelvan a trabajar juntas es "casi nula". Una ruptura profesional que ha acabado dinamitando también la relación familiar entre José Luis Moreno y sus sobrinos.
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