Tamara Falcó (39 años) se convertía este martes, 11 de mayo, en madrina y maestra de ceremonias en la presentación del libro Familias sin Filtro: 15 Preguntas para 15 mujeres, cuyo prólogo está escrito por Irene Villa (42). Una obra editada por la fundación de la Universidad San Pablo CEU y cuya recaudación por la venta irá destinada, de manera íntegra, a la Fundación El sueño de Vicky, una organización centrada en promover la investigación en el terreno del cáncer infantil.
El acto tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid y allí la influencer puso el acento en el hecho de que la obra se haya escrito, íntegramente, durante la pandemia. Una época en la que todo el mundo ha sufrido mucho. Empezando por ella misma, que recordaba esa pérdida que tanto le ha marcado y que tuvo lugar el 20 de marzo de 2020. "Todas somos luchadoras de un modo u otro. Las primeras semanas de la pandemia las recuerdo con mucho dolor por la pérdida de mi padre. Ese dolor ha continuado, pero todos hemos tenido que superarnos continuamente", hacía alusión a la pérdida del marqués de Griñón, antes de añadir: "Todos hemos estado muy preocupados por nuestras familias, me sentía impotente por no poder ayudar más. Este libro es un testimonio fantástico de 15 mujeres luchadoras que nos representan a todas".
Y como en la obra se da voz a 15 "mujeres luchadoras", ella ponía de ejemplo a una que ha marcado su vida y que ha sido esencial en la manera en la que tiene de ver la vida en estos momentos: "Mi abuela era una mujer de campo que fue a Filipinas, donde conoció a mi abuelo y se enamoró locamente, vivió la guerra mundial y tuvo seis hijos", explicaba sobre la madre de su madre, Isabel Preysler (70). Tamara revelaba que para ella Beatriz Arrastia Linares (98) es un espejo en el que mirarse por su gran "amor y fe inquebrantable". Sí, hacía alusión a esa fe que, desde hace unos años, se ha convertido en uno de los puntos de apoyo fuertes para Falcó. Además, resaltaba que esta es una mujer "con mucha perseverancia y las ideas muy claras".
Pronto para la boda
En este marco, además de hablar de esos relatos de figuras femeninas que han sabido sacar fuerzas de donde no las había para superar los momentos más difíciles de su vida y ser el soporte de sus familias, era preguntada por su esfera privada. En concreto, por lo concerniente a su vida sentimental. Desde hace siete meses, Tamara mantiene una relación sentimental con Íñigo Onieva (31). Un tiempo que, para ella, no es suficiente como para dar el paso de casarse.
"Es muy pronto. Nos estamos conociendo aún y estoy muy contenta", sentenciaba de manera escueta antes de poner en valor que su pareja es, como ella, una persona muy familiar, "incluso más que yo. Para él la familia es lo más importante y también para mí". Además, valoraba que Onieva esté aguantando con entereza la presión de la fama. Porque ser pareja suya, implica estar expuesto al foco mediático. Con sentido del humor revelaba que, poco después de comenzar el noviazgo, les decía a sus amigas: "Este va a salir pitando". Y que, sin embargo, "de momento no ha salido corriendo".
Centrados ambos en sus proyectos profesionales y en esa afición que tienen por la cocina, asegura que, si no es tiempo de pensar en boda, mucho menos aún se les pasa por la cabeza tener hijos a corto plazo. "Es pronto para esas cosas. Hoy lo que me emociona es mi curso de cocina Cordon bleau", sentencia, tratando de evitar más de lo que desea de ese amor que ya no esconde.
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