Verdeliss (34 años) tiene la agenda repleta desde que a mediados de marzo se decretara el estado de alarma y toda España se confinara en su casa. Lejos de quedarse parada y descansando, la influencer lleva una vida mucho más ajetreada de lo normal, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Convive junto a sus siete hijos y su marido en 90 metros cuadrados, ayuda con los deberes del colegio a los pequeños, comparte labores domésticas con su pareja y además está más activa que nunca en su trabajo en redes y en su marca textil.
Ha cedido los recursos y proveedores de su negocio de Green Cornerss para la fabricación de mascarillas que están llegando a centenares de hospitales, centros y particulares del país; y en cuanto a su faceta de influencer no para de colaborar con marcas. No hay día que no inunde su perfil de Instagram de fotografías publicitarias, no hay hora en la que no comparta vídeos promocionales en los Stories o semana en la que no haya contenido nuevo en su canal de Youtube.
Entre su gran número de colaboraciones comerciales se encuentran opciones educativas infantiles, soluciones médicas como apps para consultar a doctores o psicólogos que atienden vía telemática, artículos de belleza como blanqueador dental o planchas para el pelo, cursos de idiomas o marcas de decoración del hogar. Pero esta semana la navarra ha sorprendido a todos con su última incorporación a su cartera profesional: una empresa de juguetes sexuales y academia erótica.
Este miércoles Verdeliss compartía una foto posando en su cama matrimonial y mostrando en sus manos un Satisfyer, varias bolas chinas y vibradores de colores. La imagen que parecía algo íntima a primera vista, respondía a una acción promocional: "¿Quién no conoce Diversual? En su tienda online no sólo encontramos herramientas para mejorar el placer y la salud sexual, sino que además están haciendo una grandiosa labor por la información... contribuyendo de forma muy positiva a eliminar prejuicios", escribe la de Pamplona.
Sin embargo, a pesar de tratarse de trabajo, Estefanía -su nombre real- se ha mostrado muy a favor de la iniciativa y de la necesidad de hablar alto y claro sobre sexo: "Abogo totalmente por cuidarnos en todos los ámbitos y la sexualidad forma parte del bienestar", explica.
La marca en cuestión no solo vende succionadores de clítoris o anillos para el pene sino que también ofrece vídeos explicativos en Youtube, ofrece talleres online de educación sexual e incluso posee un concurso de relatos eróticos. Es por eso que Verdeliss ha aceptado contribuir a la causa, ya que con su extensa experiencia en la maternidad es buena conocedora de todas las consecuencias positivas que aporta el sexo.
Y es que la influencer lleva casi media vida unida a su marido, Aritz Seminario (44), con el que ha creado una numerosa familia gracias a la llegada de sus siete hijos: Aimar (14), Irati (9), Laia (8), Julen (5), las mellizas Eider y Anne (4) y la pequeña Miren (1).
Hace unos meses la propia Verdeliss habló de cómo estaba atravesando una grave crisis matrimonial y familiar debido al estrés que le generaban varios factores externos, como la llegada prematura de su hija menor, los retrasos en la construcción de su nueva casa, la actividad frenética de sus dos trabajos o la presión mediática tras su participación en Gran Hermano Vip.
No obstante, superaron los baches y se muestran más unidos que nunca, tal y como atestigua el romántico mensaje que la navarra dedicó a su marido el pasado 14 de febrero: "Una y mil veces más 'Sí, quiero'. Pensaste que se me olvidaría...¡Feliz San Valentín, Aritz! Porque este año y los que vendrán no se nos diluya recordar nuestro amor...por muy caótica que parezca la vorágine, esa misma, caótica, perfectamente imperfecta, que nos une y conquista cada día más".
La pareja ha demostrado que se complementa y se compenetra a la perfección en todos los aspectos de la vida, y más aún en el amor, la intimidad y el sexo. Y la prueba no puede ser más rotunda que la existencia de sus siete descendientes.
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