Era marzo de 2012 y, para sorpresa de todos, la firma española Loewe lanzaba un spot publicitario que marcaría un antes y un después en la historia de la moda patria. Una campaña llamada Oro Collection, centrada en Madrid y que tenía como protagonistas a jóvenes artistas, estudiantes de moda, actores y algunos 'hijos de...', cuya profesión conocida hasta entonces no era más que esa.
Martiño Rivas (37 años), la extravagante ilustradora Lorena Prain (33) junto a María Rosenfeldt -Herida de Gato- (31) y Víctor Vergara, que entonces eran estudiantes de design, María Iborra (32), hija de la fallecida Verónica Forqué -y que, de hecho, alude a su madre citando una de las míticas frases de Kika-, Josep Xorto, el videoartista Carlos Sáez, Sita Abellán (29), Andrea Ferrer y Antonio Mingot exhibieron al mundo los nuevos bolsos de Loewe envueltos en un aura de polémica por sus poses, sus frases inconexas y sus atuendos arriesgados desde lugares tan clásicos como el Hotel Ritz.
Un reflejo de la intención que tenía Loewe: llegar a los más jóvenes -y ricos y modernos- para que sus bolsos ya no fueran la herencia de la bisabuela, sino la pieza chic con la que pasear por el barrio de Malasaña, Mayfair, en Londres, o el Upper East Side neoyorquino.
"Es un rollo esto de hacerse mayor", "Lo más guay de España que no tiene otro país son las españolas", "Estar enamorada es superguay porque todo te da vueltas" o "Un buen gazpacho, pero bien hecho. La tortilla de patatas. Mucho, bueno, vino" eran sólo algunas de las perlas que estos jóvenes soltaban mirando a cámara mientras de su antebrazo colgaba un Amazonas con el asa flúor.
De esa campaña brillante picaron no sólo quienes estaban en el objetivo de aquellas cabezas pensantes -los anteriormente citados jóvenes, ricos y modernos-, sino también otras damas amantes de la moda como la mismísima Carmen Lomana (73).
En una de sus últimas fotos de Instagram, Carmen Lomana, casualidad o no, con motivo del décimo aniversario del anuncio que fue trending topic global durante días y del que se hicieron un sinfín de parodias, recupera el icónico Amazonas con asa neón.
Tres colores diferentes de flúor se crearon para aquel mítico Amazonas: verde, rosa y naranja. Que se sepa, Carmen optó por el tono de la esperanza -quién sabe si alberga sus otros dos tesoros hermanos en su vestidor-. Un bolso que ahora, una década después, como toda prenda de lujo, se ha revalorizado al no encontrarse ya a la venta.
1.600 euros costaba esa versión especial multicolor del bolso icono de Loewe, realizado en una extraordinaria piel de ternera que mantenía todos y cada uno de los detalles artesanales característicos del propio artículo: las cantoneras, el anagrama y el candado. Como dijo uno de los participantes en el inolvidable spot de Luis Venegas: "Loewe me recuerda a Love".
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