Rosa Clará vuelve a sorprender. La firma textil, especializada en vestidos de novias e invitada, amplía sus propuestas de moda nupcial a través de su última colección, donde el lujo y la sofisticación de los fabulosos años veinte del siglo XX se manifiesta en sus diseños a través de diseños repletos de pedrería, brillos y plumas. Rasgos y detalles que, en dicha época, crearon tendencia gracias a sus estructuras ligeras y siluetas confortables y que, en la actualidad, siguen irrumpiendo en el panorama textil.
En concreto, la colección de la diseñadora Rosa Clará (62 años) está inspirada en la icónica película El gran Gatbsy de Baz Lurhmann. Una inspiración que ha dado lugar a trece vestidos de novia que actualizan esa estética para la novia de hoy. De hecho, uno de los diseños más solicitados de la firma, entre las diferentes novias que acuden a la marca, son las prendas constituidas por una pedrería lineal de influencia Art Déco, que se han convertido en los últimos años en uno de los emblemas de la firma. Este tipo de patrones, también, se han afianzado como uno de los favoritos de la diseñadora y fundadora de la firma, Rosa Clará, quien precisamente ya lució un elegante vestido con detalle de pedrería de inspiración en esta época en su propia boda.
Ese éxito incesante ha promovido que hayan decidido lanzar esta colección que combina sofisticación con modernidad pues huye del efecto vintage para presentar diseños sexys y actuales que gustarán a las novias más jóvenes. Con predominio del corte recto, los vestidos conquistan por su elaborado trabajo de alta costura a través de bordados de pedrería que combinan micropedrerías, juegos de hilo, perlas y lentejuelas con sutiles toques de color en nácar, champagne y plata. La colección presenta desde vestidos ablusonados hasta otros de corte más atractivo, con escote halter o bien profundos escotes en la espalda, con el ajuste perfecto, propio de la firma.
Entre las confecciones de esta nueva colección, destacan las espaldas escotadas con tirantes muy finos, así como los escotes halter, los caja y los clásicos pico en V, enfatizando los hombros de la silueta de la mujer. Asimismo, los modelos, con o sin apliques de pedrería cosidos a mano, destacan por sus acabados y sus cortes poco estructurados y de talle estrecho, dejando de lado los grandes volúmenes con superposiciones de capas de tela o las faldas rígidas, así como las imponentes colas.
Más allá de los vestidos, la firma ha completado la colección con una línea de accesorios ligadas al lujo de la década de los años veinte como: tiaras, pendientes, tocados y boas de plumas, que buscan recrear, junto a los vestidos, los looks más icónicos de la película.
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