Con el estreno de la primera parte de la sexta y última temporada de The Crown, la historia avanza hasta los últimos meses de vida de Diana de Gales y todo lo que vivió antes de su trágico fallecimiento. Fue ese último verano de 1997 en el que conoció al millonario empresario Dodi Al Fayed, con quien viviría un intenso pero corto romance.
Ambos murieron el 31 de agosto de 1997 cuando eran perseguidos por los paparazzi en París. Durante estas dos décadas y media, se ha hablado mucho del anillo de compromiso y del futuro de la pareja si no hubiesen fallecido en ese accidente en el puente del Alma.
Sin embargo, y aunque se conocen los detalles de sus inicios y de cómo se conocieron, pocos saben de la existencia de Kelly Fisher, una modelo estadounidense con quien Dodi Al Fayed mantuvo un noviazgo a la vez que comenzaba su romance con la princesa de Gales. Ella tenía 29 años y él, 41.
Los Windsor no fueron los únicos que recibieron con asombro las primeras imágenes de la exmujer de Carlos de Inglaterra (75 años) con el hijo del empresario egipcio Mohamed Al-Fayed, Kelly Fisher se enteró por la prensa de que su prometido estaba manteniendo una relación secreta con Lady Di.
Inmediatamente después de esta filtración, la modelo convocó una rueda de prensa en la que, entre lágrimas, mostró al mundo el anillo de zafiro que el empresario le había regalado en febrero de ese mismo año y lanzó un mensaje a la Diana a través de su abogada: "Queremos informar a la princesa, que ha sufrido mucho en el pasado, de las experiencias de la señora Fisher con el señor Fayed para que pueda tomar una decisión informada sobre su futuro y el de sus hijos".
Su relación comenzó un año antes, en 1996. Ella había modelado en campañas para Armani o Calvin Klein. Sin embargo, decidió abandonar su carrera en las pasarelas por él. A golpe de talonario, Dodi le ofreció medio millón de dólares y una mansión de lujo en Malibu (valorada en cinco millones de dólares), donde vivirían después de la boda a cambio de que pasase más tiempo con él.
Sin embargo, esa relación que había empezado tiempo atrás no contaba con el beneplácito de Mohamed al Fayed: quería que su hijo se casara con la princesa de Gales. Para llevar a cabo su plan, invitó a Diana y a sus dos hijos, Guillermo (41) y Harry (39) a un yate que compró para aquella cita de julio. En el momento en el que aceptó la invitación, el empresario llamó a su hijo, que se encontraba con Kelly, para informarle de su nueva agenda. Una cita que se repetiría en agosto, en solitario, y donde fueron tomadas las archiconocidas imágenes.
Fue en ese momento cuando la modelo se enteró de que la persona con la que tenía que casarse el 9 de agosto le estaba siendo infiel. Llena de rabia, y siempre según su versión, llamó a su prometido para ver si este le negaba o no la boda que habían planeado. No lo hizo.
Dada la situación, decidió demandar a su expareja por incumplimiento de contrato. Era mediados de agosto y las fotografías de Diana de Gales y Dodi Al Fayed estaban cada vez más solicitadas y los paparazzi buscaban tener las exclusivas imágenes. A finales de agosto, y por esa persecución, ambos fallecieron en un trágico accidente. Tras el suceso, la modelo retiró la demanda y emitió un comunicado en el que mostraba su dolor por la pérdida.
Desde entonces poco se ha sabido de ella. Decidió alejarse del foco mediático tras el fallecimiento de su exprometido y buscó tener una vida anónima. Sin embargo, 10 años después tuvo que declarar ante los tribunales cuando se celebró el juicio por las muertes. En 2017, dio una entrevista en The Sun en la que rememoró aquel fatídico mes. "En solo tres semanas pasé de estar comprometida con Dodi a que me dejase por la mujer más famosa y atractiva del mundo y luego a que ambos murieran. Fue terrible y yo era todavía bastante joven".
En todo ese tiempo, Mohamed al Fayed se refería a Kelly públicamente como una "prostituta" o "buscadora de oro", calificativos que quedan reflejados en The Crown. Actualmente está casada con el piloto ruso Mikhail Movishna y viven en Carolina del Sur con sus hijos.