David Beckham (48 años) y Victoria (49) llevan más de dos décadas siendo una de las parejas más queridas y perseguidas del mundo de las celebrities. Casados desde 1999, el matrimonio ha hecho frente a todo tipo de situaciones: acoso, infidelidades, mudanzas... Ahora, con el estreno de la miniserie Beckham, disponible a partir de este miércoles 4 de octubre en Netflix, se conocen más detalles de los años más oscuros de su relación, entre los que destacan su paso por Madrid.
Tal y como se analiza, Beckham tuvo que abandonar en 2003 el Manchester United, equipo de su vida, tras varios desencuentros con el técnico Alex Ferguson. Horas después de la decisión, aterrizó en la capital española para firmar con el Real Madrid. Una noticia que a la componente de las Spice Girls no sentó del todo bien. "Le dije: 'No tenemos donde vivir, ni colegio...", explica Victoria en la miniserie. Pero la decisión ya estaba tomada.
Su llegada a Madrid desató la locura con paparazzis persiguiendo a la pareja por todos los lados. "Llegó a la ciudad como si fuera el presidente de Estados Unidos", explica Victoria. A pesar de sus frecuentes visitas a la capital española, la cantante tardó meses en afincarse definitivamente en España. ¿El motivo? Sus dos hijos, Brooklyn (24) y Romeo (21) seguían sin tener colegio. Algo que utilizaron tanto los medios nacionales como internacionales para atacar a la integrante de las Spice Girls.
David y Victoria Beckham en Madrid, en 2003.
El 'enfrentamiento' se intensificó cuando Victoria protagonizó la portada de Vogue España, donde se le atribuyó una frase célebre sobre el país: "España huele a ajo". "Yo era la villana. Dijeron que odiaba España y que olía a ajo. Yo no dije nunca eso. Sabían que no podía mudarme por el colegio de los niños. Todo lo que hacía lo inventaban o lo sacaban de contexto. Pero el problema nunca fue España", defiende.
A pesar de que Victoria viajaba hasta Madrid casi todos los fines de semana, David se sentía solo al tener lejos a su familia. Fue ahí cuando empezó una de las épocas más oscuras de su matrimonio protagonizada por los rumores de infidelidad y los problemas matrimoniales. Apenas se habla de lo primero en la miniserie, pero sí que se dan algunas pinceladas de la supuesta infidelidad del futbolista junto a Rebeca Loos, niñera de los pequeños durante su etapa en Madrid.
"Algunas eran historias horribles. Era difícil de procesar. Era la primera vez que sentíamos esa presión", señala el futbolista. A lo que añade Victoria: "Fue la peor época del matrimonio. El mundo nos atacaba y estábamos el uno contra el otro. Hasta Madrid, estábamos juntos; luego, no sentíamos el apoyo del otro. No puedo describir cómo nos afectó".
Unos problemas que a punto estuvieron de suponer la ruptura definitiva de la pareja, pero que tras mucha terapia consiguieron sacar adelante. "Victoria lo era todo para mí y verla sufrir era muy difícil. Teníamos que luchar por nuestra familia". Además de los problemas familiares, también tuvieron que hacer frente al acoso reiterado de los medios de comunicación.
Una de las imágenes más impactantes está protagonizada por la familia en un coche mientras salen del estadio Santiago Bernabéu y los seguidores empiezan a aporrear la carrocería. "No pueden entrar. Mamá te cuidará", dice mientras anima a Brooklyn. "Nunca en mi vida había sido tan infeliz", subraya Victoria tras recordar su paso por España.
En lo personal, nada funcionaba; en lo profesional, tampoco. El Real Madrid no ganaba partidos y la relación con el técnico, Fabio Capello, no era nada positiva. Tanto que, después de enterarse de que David estaba teniendo conversaciones con Los Ángeles Galaxy para un posible traspaso, decidió apartarle del equipo.
Al concluir esa temporada, los Beckham pusieron rumbo a Los Ángeles para enfrentarse a un nuevo reto profesional, no sin antes despedirse del país en el que habían resisido durante cinco años: "Me sentí aliviada de salir de una situación tan difícil en España".
Todo cambió. Victoria estaba encantada con su nueva ciudad y la pareja volvió a ser lo que una vez fue. "Todo fue mucho más fácil como pareja y como familia", concluye David.