Este 9 de junio es una fecha marcada en el calendario de Johnny Depp. El actor alcanza una nueva década de vida convertido en una de las estrellas más aclamadas de Hollywood, con un sinfín de películas taquilleras en su currículum e incontables cambios de look que lo posicionan como el más camaleónico de la industria del cine. A sus 60 ha probado todos los estilos, producto de su trabajo, pero también de su atrevida personalidad.
En sus inicios en el séptimo arte, a mediados de la década de los 80, Johnny Depp mostraba una imagen sencilla y cuidada. La más conservadora, si cabe, de su trayectoria profesional. El actor lucía la melena muy peinada y el rostro terso, sin barba.
Los cambios llegaron más tarde, acompañados de outfits desaliñados, hipsters o rockeros, según la ocasión. Jhonny Depp, prácticamente, ha tenido un look para cada etapa de su vida. Muchos son el reflejo de sus personajes y otros tantos, fruto de su propio estilo. Ha sido una verdadera metamorfosis, ya que uno no tiene nada que ver con el otro.
La melena larga, a la altura de los hombros o con un corte tipo bob, fue ganando terreno en sus looks. Johnny, además, probó el tinte, arriesgándose con un bicolor y sumándose al rubio cenizo. Lo que sí ha sido una constante en su estilo son las gafas de sol. No obstante, fiel a su imagen y personalidad camaleónica, tampoco le ha faltado creatividad en el uso de este complemento. En ocasiones se ha mostrado con gafas graduadas y en otras, con modelos de sol. En su colección hay redondas y alguna tipo aviador.
La barba también comenzó a ser habitual en sus looks, eligiendo, en su mayoría, un estilo perilla. Nunca la ha llevado demasiado larga. Depp apenas ha querido dar un toque de masculinidad a su rosto dejando vello en el bigote y por debajo del mentón.
Las mayores transformaciones -y más impactantes- han llegado por sus dispares interpretaciones en el séptimo arte. El cambio es tal, que cuesta identificar que es Johnny Depp quien está detrás de algunos papeles. Eduardo Manostijeras mostró el aspecto más tétrico del actor. Su personaje de Jack Sparrow, en Piratas del Caribe, lo convirtió en un asaltador de barco, arrogante y ebrio, con una caracterización que calzaba a la perfección. Willy Wonka, en Charlie y la fábrica de chocolates, y El sombrerero, de Alicia en el país de las maravillas, tampoco pasaron desapercibidos.
En los últimos años, y más difíciles a nivel personal, Johnny Depp se ha decantado por un aspecto más rockero, con el negro como protagonista y accesorios XL que decoran sus outfits. En sus apariciones públicas suele mostrarse con collares, pendientes largos, anillos y hasta algún pañuelo en el cuello. En esta etapa ha llevado la melena negra, corta o larga, muy peinada o al natural.
Sin embargo, en el Festival de Cannes, su última aparición pública, Johnny Depp volvió a demostrar que no se acostumbra fácil a un look. Entonces optó por el pelo largo hasta los hombros, con destellos rubios, suelto y al natural. Entonces, no sólo fue notoria su reaparición en una gala del séptimo arte, sino también el gran apoyo que recibió por parte del público.
Johnny Depp obtuvo en Francia el cariño que no tiene en Hollywood. En parte, por el polémico juicio que enfrentó con Amber Heard (37 años). Aunque el debate quedó zanjado hace un año, convirtiendo al actor en el gran victorioso, algunos responsables del séptimo arte no consiguen pasar página.
Ahora, además de sus nuevos proyectos, Johnny Depp disfruta de una vida relax en la campiña inglesa. Se ha instalado en una mansión en Somerset, al sur de Inglaterra, valorada en 14 millones de euros. Cansado de la vida mediática y de los focos que durante tanto tiempo le han perseguido, goza de cierto anonimato. Es precisamente lo que muchos buscan a sus 60 años: tranquilidad y serenidad.