Tras toda la vida guardando el que era su secreto más privado y personal, la actriz Brooke Shields (57 años) ha dado un paso al frente y ha narrado en primera persona la pesadilla que vivió cuando apenas tenía 20 años. Lo ha hecho en su documental biográfico, Pretty Baby: Brooke Shields, que acaba de ser presentado en el Festival de Cine de Sundance y en el que ha desvelado la violación que sufrió cuando estaba en la universidad.
Sin dar el nombre de su agresor, la protagonista de El lago azul cuenta que el episodio sucedió en el año 1987, cuando quiso retomar su carrera como actriz a la vez que estudiaba. Para ello, quedó a cenar en Los Ángeles con un productor de la industria para poder hablar de posibles proyectos. Después de la cena, según narra en la cinta, se trasladaron al hotel en el que él se estaba alojando, donde le ofreció pedirle un taxi.
"Subí a su habitación y él desapareció", relata la actriz más de tres décadas después. Aquel hombre regresó unos minutos después, totalmente desnudo, y se abalanzó sobre ella, un instante que todavía recuerda con terror: "Tenía miedo de que me ahogara", se le escucha decir en el documental.
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"No peleé mucho, no lo hice. Me quedé congelada. Un 'no' habría sido suficiente, pero solo pensé: 'Mantente con vida y después te vas'. Solo me callé y esperé", continúa, explicando que no fue capaz de gritar ni huir. Cuando acabó la agresión, cogió un taxi "y lloró todo el camino" hasta que llegó a casa un amigo.
Pese a lo terrorífico de la habitación y que no fue culpa suya, Brooke Shields reconoce que durante mucho tiempo se sintió responsable de lo sucedido: "Creía que de alguna manera había enviado algún mensaje inapropiado. Bebí vino, subí a la habitación... Él se sentía confiado".
Años más tarde le envió una carta a su violador para hacer frente a la violación que había sufrido, pero jamás obtuvo respuesta. "Le dije: '¿Sabes qué? Me niego a ser una víctima porque esto es algo que sucede sin importar quién eres y sin importar si estás preparada o no'".
Pese a que este relato ha acaparado titulares alrededor del mundo, la actriz ha insistido en que no quiere que se hable solo de este episodio ya que el objetivo de su documental es denunciar la sexualización de la industria del cine, especialmente de los más jóvenes.
Un problema que conoce de primera mano. Con apenas 11 años Brooke Shields interpretó a una prostituta infantil en la cinta Little Baby y, con 15, fue una de las protagonistas de El lago azul, en la que se tratan los temas de la madurez sexual y la pérdida de la virginidad.