Tom Ford (59 años) ha logrado encontrar un comprador para su espectacular finca en Nuevo México casi cinco años después de sacarla al mercado. El prestigioso diseñador ha cerrado por fin un acuerdo de venta para la propiedad que compró hace dos décadas.
El modisto puso a la venta la moderna finca, conocida como Cerro Pelón, en el año 2016 por un precio de 75 millones de dólares, unos 61,7 millones de euros al cambio, según informó entonces Wall Street Journal.
Sin embargo, Ford no conseguía comprador y tuvo que recortar el precio en varias ocasiones hasta acabar pidiendo, en noviembre de 2019, 48 millones de dólares. Ahora, ninguna de las partes del acuerdo de compra han concretado a cuánto asciende el pago final que el diseñador recibirá por su casa.
La vivienda del diseñador y cineasta está ubicada en una de las áreas más impresionantes del suroeste americano: la cuenca Galisteo, al sureste de Santa Fe. Ford se hizo con este extenso rancho en 2001 y lo puso en manos del prestigioso arquitecto japonés Tadao Ando (79) para convertirlo en un espectacular complejo modernista, una tarea que el nipón realizó en colaboración con la firma de diseño y construcción Marmol Radziner.
El resultado final del trabajo de Ando fue un espectacular estudio de hormigón, de planta abierta y techos planos, con una enorme pared de vidrio que da a una gran piscina infinity reflectante, creando la sensación de que la construcción flota sobre el paisaje.
Junto a la vivienda principal se encuentran dos casas de huéspedes privadas e independientes, una cancha de tenis, cuatro cuartos para el personal, un edificio de oficinas, almacenes ocultos e incluso una pista privada y un hangar.
Además de todo ello, el extenso territorio de casi nueve hectáreas alberga también una instalación ecuestre ultramoderna con ocho puestos para caballos y recinto para montar tanto en interior como al aire libre. Un establo que también fue concebido por Ando para satisfacer la pasión de Ford por la hípica.
Pero la parte más llamativa de la finca es la gran ciudad estilo western que fue construida en 1984 para el rodaje de Silverado, la película de Lawrence Kasdan. Desde entonces, el peculiar set ha servido como escenario para filmes clásicos del Oeste como Lonesome Dove, Todos los caballos bellos o Cowboys & Aliens. El último de los proyectos de Hollywood que se ha rodado en la casa de Tom Ford ha sido la entrega de Thor protagonizada por Chris Hemsworth (37) en 2011.
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