El magnate multimillonario Elon Musk (49 años) ha terminado 2020 deshaciéndose de todas las casas que tenía a su nombre. El excéntrico fundador de Tesla y SpaceX ha cerrado un acuerdo de más de 60 millones de dólares, unos 49 millones de euros, con el empresario Ardie Tavangarian, para venderle en lote las cuatro últimas viviendas que poseía en Los Ángeles.
De esta manera, el extravagante hombre de negocios ha cumplido la promesa con la que sorprendió a sus seguidores el pasado mes de mayo en su cuenta de Twitter: "Voy a vender casi todas mis propiedades físicas. No seré dueño de ninguna casa", anunciaba Musk.
La transacción se produce después de que el dueño de Tesla vendiera otras dos casas en Bel Air a lo largo de 2020. La primera de ellas, la más grande, pasó a manos del multimillonario chino William Ding en junio por 27,6 millones, y cuenta con seis dormitorios y siete baños distribuidos en 865 metros cuadrados.
Cuatro meses después de la primera venta, Musk se deshacía de una de sus propiedades más especiales, la antigua casa de Gene Wilder, que fue adquirida por el sobrino del actor con la condición expresa de "no derribarla ni perder su alma". Esta propiedad tiene cinco dormitorios, cuatro baños y un aseo y está situada en una parcela de 3.000 metros cuadrados en los que se incluye la casa principal tipo rancho de 260 metros y la gran extensión de terrenos ajardinados.
Las cuatro viviendas del paquete se encuentran en el barrio de Bel Air, aunque solo dos de ellas son contiguas. Además, sus estilos arquitectónicos son totalmente distintos, pues una de las propiedades es una elegante casa neoclásica que linda con una mansión ultracontemporánea. Al otro lado de la calle se encuentra un modesto bungalow de estilo tradicional, mientras que bajando la ladera se ubica el antiguo rancho modernista construido en 1954 que ha sido rehabilitado en varias ocasiones.
Con esta inusual venta conjunta, Musk se ha embolsado unos 7 millones de dólares más de lo que pagó en total por las viviendas, las cuales compró entre 2015 y 2019 a diferentes propietarios. Sin embargo, el empresario no ha ganado dinero con la transacción de venta, pues su inversión en obras y reformas superó con creces la cifra que ahora ha percibido.
Tras poner a la venta todas sus casas en Los Ángeles, Musk y su pareja, la cantante estadounidense Grimes (32), se trasladaron a vivir a Texas, donde el magnate anunció que establecería todos sus negocios, criticando duramente al estado de California.
Aunque ya no tiene casa en Los Ángeles, el que actualmente es el segundo hombre más rico del mundo sigue poseyendo una vivienda en California. Se trata de una propiedad de 19 hectáreas situada en Silicon Valley, la cual compró en 2017 por 23,4 millones de dólares. Además, su novia también es dueña de una casa a las afueras de los Ángeles, concretamente en el suburbio de Pasadena.
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