Confirmando su apoyo incondicional al rey Juan Carlos (86 años) tras la filtración de sus imágenes, y sus controvertidos audios con Bárbara Rey (72), la infanta Elena (60) ha sido el último miembro de la Familia del Rey en llegar a Sanxenxo para estar al lado del Emérito en estos convulsos momentos.
Este pasado jueves, día 3 de octubre, en torno a las 20:00 horas, la hermana de Felipe VI (56) llegaba a la casa de Pedro Campos -donde se aloja el monarca siempre que viaja a Galicia- en la parte de atrás de un coche, con un sombrero en color azul y luciendo la mejor de sus sonrisas.
Minutos después eran la infanta Margarita (85), el doctor Carlos Zurita (80) y sus hijos, María (49) y Alfonso Zurita (51) -que llevan en la localidad pontevedresa varios días-, los que acudían a la residencia del armador del Bribón y se unían al reencuentro familiar para disfrutar de una cena íntima junto a Juan Carlos y Elena.
Muy serios, ningún miembro de la familia ha querido hacer declaraciones a la prensa, pero con su presencia en Sanxenxo demuestran estar volcados en el monarca tras la publicación de sus fotografías con la vedette y de unas grabaciones en las que se sinceraría con ella sobre asuntos personales y de Estado.
Aquellos audios dejan a Juan Carlos, al menos, en una tesitura complicada a pesar de que han pasado tres décadas de la grabación de los mismos. Tras disfrutar de un almuerzo en el Real Club Náutico el pasado miércoles, 2 de octubre, con su hermana -con la que tiene una maravillosa relación- y sus sobrinos, Juan Carlos no ha salido aún de la casa de su íntimo amigo, Pedro Campos.
Se explica que la razón de esta suerte de encierro tiene que ver con la falta de viento, que ha impedido la celebración de la regata del Trofeo Xacobeo en el que está compitiendo el Emérito.
Sí se espera, en cambio, que este viernes, acompañado por su hija Elena, pueda navegar de nuevo al timón de El Bribón, y en el aire está la duda de si hará algún tipo de declaración sobre el huracán mediático que lleva protagonizando una semana.
Juan Carlos y Felipe, a 15 kilómetros
Normalidad absoluta en la agenda de Casa Real, pese a la filtración de los polémicos audios de Juan Carlos y Bárbara Rey. Al margen de la salida a la luz de estas grabaciones, Felipe VI se ha desplazado este pasado jueves, día 3, a la Isla de La Toja, en Pontevedra, para inaugurar la VI edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico.
Y a pesar de encontrarse a tan sólo 15 kilómetros de su padre -en Sanxenxo desde el pasado lunes 23 de septiembre-, no se ha producido ningún encuentro de urgencia para hablar del escándalo sin precedentes que se ha desatado en torno a Juan Carlos y la vedette. Un acto, el de este jueves, en el que Su Majestad se ha mostrado tranquilo y sonriente, ajeno al complicado trance que atraviesa la figura del Emérito.
A diferencia del pasado viernes, cuando Felipe, Letizia (52) y la princesa Leonor (18) se reunieron con el monarca en la Escuela Naval de Marín -mostrándole así su apoyo tras la publicación de sus imágenes con Bárbara en la terraza de la casa de la artista-, en esta ocasión no ha habido encuentro entre padre e hijo, dejando claro que la Corona se desmarca de las informaciones que han salido a la luz.
Este viernes, 4 de octubre, el Rey se desplazará a Cáceres para asistir a la inauguración del Encuentro de las Academias Iberoamericanas de la Historia en España, y este sábado, 5 de octubre, viajará sin la Reina a Jordania para mantener un encuentro con el rey Abdalá II (62) en pleno conflicto bélico entre Israel e Irán.