El príncipe Harry (39 años) ya está de regreso en su país. Al filo de las 14 horas de la tarde, hora británica, aterrizaba en la capital londinense para hacer frente a uno de sus proyectos más ilusionantes y en el que lleva trabajando ya desde hace 10 años.
Este miércoles, 8 de mayo, a las 17 horas de la tarde comenzará un homenaje por el décimo aniversari de los Juegos Invictus, evento que reúne a veteranos de guerra heridos. Este tendrá lugar en la catedral de San Pablo y todo aquel que quiera puede asistir, ya que todavía quedan entradas gratuitas disponibles.
Su presencia en el acto había sido una incógnita hasta hace un par de semanas. Se esperaba que fuese él el encargado de dar el discurso de bienvenida, pero las polémicas en las que ha esto involucrado en los últimos años ponían esta decisión en duda. Finalmente, ha decidido acudir aunque lo ha hecho completamente solo y con una noticia que ha trastocado todos sus planes.
Antes de la gran cita de este miércoles, el príncipe Harry tiene otros compromisos muy ligados a su agenda con los Juegos Invictus. Sin embargo, había una cita que aunque no estaba confirmada parecía que se iba a dar y que nada tenía que ver con su visita a Londres. Fuentes cercanas a los Windsor habían informado de que el duque de Sussex y su padre, el rey Carlos III (75) se iban a reencontrar en una breve cita.
Finalmente, este reencuentro tendrá que esperar y no se dará en esta ocasión. Así lo han confirmado fuentes cercanas al entorno del príncipe: "Desafortunadamente, no será posible debido al programa completo de Su Majestad. El duque, por supuesto, comprende el diario de compromisos de su padre y otras prioridades y espera verlo pronto". Una noticia decepcionante para él, que ya estaba convencido de poder reunirse con su progenitor y apoyarle, aunque fuese por minutos, en un momento complicado.
Este martes, 7 de mayo, era el día perfecto para este encuentro. Después del homenaje por el aniversario de su proyecto, Harry tiene previsto tomar un vuelo a Nigeria, donde le espera su mujer, Meghan Markle (42). Desde la semana pasada, el monarca ha retomado su agenda pública y oficial a pesar del tratamiento contra el cáncer que está recibiendo desde febrero. Aunque son pocas las citas que tiene confirmadas, no ha conseguido sacar un hueco de esta para ver a su hijo pequeño. Una decisión que aviva el problema en la familia y que demuestra en que punto está la situación entre ellos. Haberse encontrado, habría supuesto un cambio tanto en lo familiar como en lo público para mejorar la imagen de ambos.
Su último encuentro fue el pasado mes de febrero, días después de conocerse la noticia de su enfermedad. El príncipe voló hasta Londres para tener un breve encuentro con él que sirvió para mejorar las relaciones entre ambos después de todas las polémicas que ha protagonizado.
Sí que quería tener este encuentro con su padre, pero no estaba entre sus planes encontrarse con su hermano, el príncipe Guillermo (41). La relación entre ellos parece estar en un punto irreconciliable. A pesar del mal momento que están atravesando los príncipes de Gales, ni la enfermedad ha podido acercar las posturas entre ellos.
Aunque tiene una agenda cargada de eventos, el príncipe Harry se encuentra completamente solo en la ciudad en la que ha residido toda su vida. El hecho de no poder encontrarse con su padre ha evidenciado la situación que está atravesando y como cada vez está más alejado de su familia.