Este pasado fin de semana, Felipe VI (56 años) volvió a disfrutar de uno de su hobbies: el esquí. Esta vez en Formigal y nuevamente sin Letizia (51), pues bien se conoce que la Reina no es seguidora de este deporte. Fue el pasado viernes, 15 de marzo, cuando el monarca regresó al Pirineo aragonés para aprovechar el buen tiempo y el excelente estado de las pistas tras las últimas nevadas. Allí, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, se alojó en un acogedor hotel cuatro estrellas.
En su escapada privada, Felipe VI se hospedó en el Snö Aragón Hills, situado en el centro de la urbanización de esquí Formigal. El propio equipo del hotel se ha hecho eco de ello con un post compartido en su perfil de X (antiguo Twitter). En concreto, han mostrado una foto en el que el soberano aparece en el centro, con una tímida sonrisa y un estilismo casual. La imagen habría sido captada antes o después de que el Rey esquiara.
"Un honor que Su Majestad el Rey Felipe VI se haya hospedado con nosotros en Snö Aragón Hills. Todo el equipo está muy orgulloso de su visita y le esperamos en sus próximas escapadas a la nieve. Muchas gracias, majestad", escriben junto a la instantánea.
El hotel dispone de guarda esquís y servicio de transfer gratuito, durante la temporada de invierno, para acceder a las pistas de manera fácil y rápida. Cuenta con un total de 152 habitaciones, "cómodas, modernas y funcionales", que ofrecen el máximo confort a sus huéspedes. Todas ellas son amplias y están equipadas con lo necesario para garantizar una estancia de 10.
El precio por noche depende del dormitorio que se elija. Oscila entre 153 y 260 euros,, siendo el valor más bajo el de la habitación más sencilla y el más alto el de la más exclusiva. Snö Aragón Hills cuenta con cuatro tipos: estándar, estándar con vistas a la montaña, superior con vistas a la montaña y dúplex.
En cuanto a sus servicios, el alojamiento que ha escogido el rey Felipe VI durante su escapada a la nieve, tiene spa, restaurante de primera calidad, espacios para tomar un aperitivo y terraza con vistas a las pistas. El hotel se encuentra a 800 metros de la zona de Sextas, por donde accedió el monarca para dar comienzo a su jornada de esquí el pasado sábado, día 16.
Felipe VI hizo cola como el resto de esquiadores para subirse a al telesilla, ataviado con toda la indumentaria necesaria para la práctica de este deporte. El monarca llegaba a Formigal un día antes, acompañado, entre otros conocidos, por el presidente ejecutivo de Aramón, Antonio Gericó, según confirmó el grupo de estaciones de esquí aragonés. Ha sido el mejor fin de semana de la temporada, puesta había 166 kilómetros esquiables con espesores de nieve entre 75 y 230 centímetros.
Además de esquiar, el rey llevó a cabo planes gastronómicos. Entre otros, visitó el Asador Casa Martón, especializado en carne. Al igual que ha ocurrido con el hotel, el equipo del local se ha mostrado visiblemente feliz con la elección del soberano. "Que orgullosos de poder recibir en nuestra casa a su majestad el Rey Felipe VI", escriben junto a una foto en la que aparece el monarca con parte de sus empleados.
Felipe VI viajó a Formigal justo cuando su padre, Juan Carlos (86), disfrutaba de unos días en Sanxenxo. Tal y como ha trascendido este lunes, 18 de marzo, previo a su llegada al Pirineo aragonés, el Rey hizo una parada en Zaragoza para seguir las maniobras y ejercicios de combate que desarrolló la princesa Leonor (18) junto a los cadetes de su curso en el campo de adiestramiento de San Gregorio.
Para el Rey ha sido su segunda escapada a la nieve en lo que va de año, pues a mediados del pasado febrero también se le vio sobre las pistas, pero de Baqueira Beret.