El príncipe Andrés, tercer hijo de la difunta Isabel II, hermano de Carlos III (75 años), actual duque de York y octavo en la línea de sucesión al trono británico cumple 64 años mientras la Corona se enfrenta a su peor momento. El cáncer de piel de su todavía esposa, Sarah Ferguson (64), el reservado diagnóstico de cáncer del Rey y la recuperación de una cirugía abdominal de Kate Middleton (42) que mantiene al príncipe Guillermo (41) en vilo han generado un verdadero caos en Buckingham.
Si algo ha quedado reflejado en este mes y medio de 2024 es que ya se ha convertido en el annus horribilis de la monarquía británica. La salud del monarca, al igual que la de su nuera, es un misterio. Mientras, es la reina Camila (76), la princesa Ana (73), el príncipe Eduardo (59) y el príncipe de Gales quienes se han convertido en los pesos pesados y han asumido el mando.
Desde que se conociera la enfermedad que atraviesa el Rey, varios miembros de su familia se han pronunciado al respecto. Desde su mujer hasta sus dos hijos. Los últimos datos conocidos sobre el estado de Carlos vienen de la mano del príncipe Harry (39), este pasado 16 de febrero. El duque de Sussex concedía una entrevista a Good Morning America, durante su viaje a Whistler, en Canadá, ciudad en la que se disputarán los Juegos Invictus de 2025.
El también vástago de Lady Di aseguró sobre cómo sigue su salud que es algo que "se queda entre él y yo", pero que una enfermedad, en este caso la de su progenitor, puede "unir familias" y es algo que le hace "muy feliz", ya que su relación con la Familia Real es prácticamente nula. Prueba de ello fue su último viaje a Reino Unido en el que sólo se reunió con Carlos durante 45 minutos y, según trascendió, ni siquiera visitó a su hermano mayor.
Otro de sus allegados que, por el momento, no ha dado su versión y se ha mantenido al margen, ha sido su hermano Andrés. Sin embargo, sí que ha hecho su primera aparición pública desde entonces. Ocurrió el pasado 10 de febrero, cuando, subido a un caballo y con otro acompañante, apareció vestido con una chaqueta azul marina con la insignia de los Grenadier Guards -Granaderos de la Guardia-.
Esta también fue la primera vez que apareció públicamente no sólo después de conocerse la enfermedad del Rey, también desde que salieran a la luz nuevas acusaciones tras revelarse los documentos del caso Epstein.
A principios de enero, se desveló el sumario y los documentos relacionados con el polémico asunto de tráfico y abuso sexual en el que se vio envuelto el duque de York. La desclasificación de dichos documentos era consecuencia de una demanda por difamación presentada en 2015 por Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes de Jeffrey Epstein, contra la examante y socia del empresario, Ghislaine Maxwell (62). En sus múltiples páginas aparecía el nombre de víctimas que sufrieron agresiones sexuales y el nombre de testigos y personas que colaboraron con el difunto magnate.
La lista acaparó el ruido mediático durante todo el mes de enero debido a que, en ella, volvía aparecer la figura de Andrés, convirtiéndole así en el protagonista. Según Daily Mail, su nombre surgía en torno a 70 veces, relacionándole con diversos actos de abuso sexual y con la participación en una orgía con menores. Así, se generaba un nuevo revés -que no el primero ni el último- para el desterrado royal.
El citado medio también desvelaba que la intención de la Familia Real del destierro y expulsión de su casa en Royal Lodge podría ser más inminente que nunca. Andrés sería trasladado a una vivienda más pequeña -esta, en la que reside desde 2003, consta de diez habitaciones- y más acorde a su estatus. Otro golpe para el duque.
En este duro aniversario, segundo tras la muerte de su madre y primero tras la coronación de su hermano, no se prevé ningún tipo de celebración junto a sus familiares royals. Sin embargo, sí tendrá que hacer frente a otro mazazo que expondrá su gran caída hace ya cinco años: una película que llegará a Netflix el próximo 5 de abril que llevará al público detrás de las escenas de la entrevista bomba de la BBC.
Todo ocurrió hace cinco años, cuando el príncipe Andrés protagonizó su polémica entrevista con la BBC y que fue considerada un desastre mediático para la Casa Real. Fueron casi 50 minutos de conversación con la periodista estrella de la cadena, Emily Maitlis, quien le preguntó sobre el tema más incómodo de su vida. La entrevistadora ganó un año después el premio Entrevista del Año y Primicia del Año en los premios de periodismo televisivo RTS (Royal Television Society).
En un principio, la entrevista, para ojos de Andrés, serviría para intentar limpiar su imagen y poner freno a las especulaciones sobre su conexión con Epstein. Ocurrió todo lo contrario. Se vio obligado a retirarse de sus funciones públicas y posteriormente fue despojado de sus funciones y títulos.
Ahora, un lustro después de su gran decadencia y caída, el filme La gran exclusiva, protagonizada por Rufus Sewell, llegará a la pantalla de los usuarios de la plataforma de streaming para dramatizar aquella histórica entrevista. Otro contratiempo contra el que deberá lidiar Andrés.