Hace un año que el príncipe Harry (39 años) revolucionó la Casa Real británica y la crónica rosa internacional tras la promoción y publicación de sus explosivas memorias, Spare, en las que desvelaba detalles inéditos de la Familia Real y con las que dejó mal parados a sus miembros, entre ellos Carlos III (75), el príncipe Guillermo (41) y Kate Middleton (42).
El libro se convirtió en un auténtico bombazo y alcanzó ventas históricas, batiendo un récord Guinness como el libro de no ficción que más rápido se vendió de la historia. Desde entonces, la Corona británica ha experimentado grandes cambios, ha conseguido recuperar notoriedad y, ahora, tras los problemas de salud que han amenazado al Rey y a la princesa de Gales y que les han obligado a someterse a una operación, tanto la prensa como la sociedad se encuentra más preocupada que nunca por Buckingham.
La intranquilidad también ha llegado al duque de Sussex y, en un intento de reconciliarse con su familia en medio de estos baches de salud, ha decidido evitar que su mujer, Meghan Markle (42), publique sus memorias, en las que contaría todo acerca de su papel como duquesa y su verdadera relación con La Firma.
Según The Mirror, la actriz de Suits estaba convencida de "dejar las cosas claras" sobre su estancia en Nottingham Cottage, en los terrenos del palacio de Kensington, pero Harry "puso fin a sus planes" porque temía repercusiones por parte de la Casa Real.
Una fuente también desveló al medio británico que el hijo de Diana de Gales paralizó el lanzamiento de la continuación de Spare por el mismo motivo. "Harry ha hablado abiertamente de tener suficiente material para escribir una continuación de Spare, pero esos planes han sido descartados. También puso fin al libro de Meghan", señaló la fuente.
Esta decisión, según la prensa británica, no fue bien recibida por Meghan, por lo que el matrimonio llegó a un acuerdo: el libro se centrará en "el empoderamiento femenino" y en la defensa de las mujeres en vez de "dar nuevos golpes a la Familia Real" con el objetivo de encontrar alguna forma de arreglar su relación prácticamente rota con los Windsor.
El reencuentro entre los duques de Sussex y Su Majestad podría estar más cerca que nunca. Fuentes subrayan a The Mirror que Carlos III "siempre estará ahí para su hijo", pero que los príncipes de Gales "realmente terminaron" con Harry y Meghan.
Buckingham, sin jefes
Según ha informado el palacio de Kensington este lunes, 29 de enero, Kate ya ha sido dada de alta de The London Clinic después de permanecer ingresada durante 14 días tras someterse a una cirugía abdominal.
"La princesa de Gales ha vuelto a su casa de Windsor para continuar con la recuperación de su operación. Su evolución es favorable. El príncipe y la princesa quieren dar las gracias a todo el equipo de la London Clinic, especialmente al equipo de enfermeros, por su dedicación y sus cuidados. La familia Gales se encuentra agradecida por los buenos deseos que ha recibido desde todas las partes del mundo", reza el comunicado.
Fue el pasado 17 de enero, con apenas una hora y media de diferencia, cuando salió a la luz el delicado estado de salud de Kate Middleton y el de Carlos III, que debía someterse a una intervención por un agrandamiento de próstata. La operación se llevó a cabo el 26 de enero y está previsto que este lunes también abandone el hospital.
De este modo, ambos tuvieron que posponer sus compromisos oficiales, al igual que Guillermo y la reina Camilla. Así, la Corona se quedaba sin sus pesos pesados y fueron la princesa Ana (73) y el príncipe Eduardo (59), los hermanos del Rey, quienes asumieron sus papeles mientras Buckingham se recupera.