El pasado 18 de enero veía la luz el polémico libro del biógrafo real Robert Hardman, Carlos III: nuevo rey, nueva corte, una obra en la que el autor desvelaba algunos de los episodios más desconocidos de la Familia Real británica, como la sucesión al trono del hijo de Isabel II tras su fallecimiento, además de revelar detalles de otros miembros de la Corona.
No obstante, un apartado del tomo ha llamado especialmente la atención y ha vuelto a centrar el foco mediático en el príncipe Harry (39 años) y Meghan Markle (42), quienes renunciaron a sus privilegios y obligaciones reales en 2020. Hardam asegura que los Duques de Sussex llamaron a su hija pequeña Lilibet (2) -en honor al apodo familiar de su bisabuela, la exsoberana- sin el consentimiento de Su Majestad la Reina.
"Se llamaba así por su bisabuela, Su Majestad la Reina, cuyo nombre familiar es Lilibet. Su segundo nombre, Diana, se eligió en honor a su querida y difunta abuela, la princesa de Gales", anunciaron Harry y Meghan el 4 de junio de 2021, cuando la pequeña vino al mundo. Ante esto, la aún jefa de Estado protagonizó un gran enfado por ello, estando "más enfadada que nunca", sostiene el biógrafo.
Estas afirmaciones han generado un nuevo escándalo en la vida de los Sussex y han recibido cientos de ataques a través de las redes sociales. Ante el revuelo, una fuente cercana a ellos ha asegurado que se encuentran "sorprendidos" y confirma que tuvieron el permiso de Isabel II para usar el nombre con su bisnieta.
"Meghan y Harry obtuvieron el cien por cien del permiso de la Reina para usar el nombre Lilibet. Lo que dicen no es cierto", señala alguien de su entorno a Daily Express este martes, 23 de enero.
Según Robert Hardman, la Reina dijo a sus asistentes: "No soy dueña de los palacios. No soy dueña de las pinturas, lo único que tengo es mi nombre. Y ahora me lo han quitado".
La fuente también desvela al medio que "no saben de dónde viene esta información. Están sorprendidos de que esto esté sucediendo ahora. Parece salido de la nada y fuera de lugar. Simplemente sienten que forma parte de la difamación que continúa contra ellos", subraya.
Asimismo, sentencia que Harry y Meghan "creen que esto ha salido a la luz ahora porque la Reina no está aquí para defenderse y no puede decir si es verdadero o falso".
Su mensaje a la Familia Real
Este duro golpe para los Sussex llegaba un día antes de que se conociera los estados de salud del rey Carlos III y Kate Middleton. La Casa Real británica difundió el pasado 17 de enero que "Su Alteza Real la princesa de Gales" ingresó el 16 de enero en The London Clinic "para una cirugía abdominal planificada", comunicaba el Palacio de Kensington. Tan sólo 90 minutos después, salía a la luz que el Rey también tendría que pasar por quirófano por un agrandamiento de próstata.
Ante este caos en Buckingham, Harry y Meghan decidieron mandar varios mensajes de ánimo y apoyo tanto a Kate como a Carlos III. Una fuente cercana a Palacio le dijo a The Mirror: "El Rey y la Princesa de Gales han recibido apoyo del Príncipe Harry y Meghan con respecto a su salud. El Duque y la Duquesa se pusieron en contacto con ambas partes por diferentes vías para transmitirles su preocupación y sus mejores deseos".