Felipe VI (55 años) y Letizia (51) se desplazaron a Dinamarca este pasado lunes, 6 de noviembre -cumpliéndose el 20 aniversario de su famosa pedida de mano- con motivo de la Visita de Estado tras la invitación de la reina Margarita (83). Este es el primer viaje oficial al país en cuarenta años.
Los Reyes aterrizaron en Copenhague y fueron recibidos con los máximos honores por parte de la Reina, Mary de Dinamarca (51) y el resto de la Casa Real danesa. Después de un paseo a caballo, llegaron al Palacio de Amalienborg, donde se reunieron con el príncipe heredero Federico (55) y la princesa Benedicta (79), hermana de la monarca, y donde Felipe protagonizó un tierno reencuentro con su ahijado, el príncipe Vincent, quienes posaron cómplices y alegres en una conmovedora fotografía.
Entrada la noche, se trasladaron al Palacio de Christiansborg. Allí tuvo lugar la cena de gala ofrecida por Margarita II a la que acudieron más de 200 invitados entre los que se encontraban líderes políticos, económicos y del mundo cultural y deportivo, produciéndose así el evento más esperado del día en el que las Casas Reales lucieron sus mejores galas.
Antes de acceder al comedor, y mientras llegaban los asistentes, uno de los soldados de la guardia real sufrió un desmayo y cayó desplomado al suelo. Las cámaras captaron ese infortunado momento. Segundos después, sus compañeros le ayudaron a incorporarse y le trasladaron a otra zona para ser atendido. Mientras, los Reyes entraron a la sala y ocuparon sus respectivos asientos.
"Estamos felices de poder realizar la que es nuestra Visita de Estado a este querido país con el que nos unen estrechos lazos de amistad y la pertenencia a un proyecto común europeo. Ambos deseamos que esta visita dé testimonio del excelente momento de nuestras relaciones bilaterales, que se asientan en unos vínculos sólidos, tanto personales, como culturales, económicos y sociales", señaló el hijo de Juan Carlos I (85). Tras su intervención, sonó el himno de España y el de Dinamarca, y se sirvieron los platos.
Felipe y Letizia pudieron degustar los exquisitos platos que la Casa Real danesa ofreció. El menú constaba de un soufflé de lenguado acompañado de verduras a la barigoule, muslo de gamo, un timbal de col con cerezas de Graasten y salsa grand veneur, hecha a base de una reducción de vino tinto, una tarta de champiñones y finalmente un pastel de Concordia, compuesto de chocolate, limón y merengue. En cuanto a la bebida, el Banquete de Estado contó con Chateau de Cayx, Moët et Chandon y Cuvée M&H especial. Todos los allí presentes brindaron por la emoción de esta gran reunión.
Mientras los monarcas se deleitaban con estos productos, un toque español inundó la sala. La banda sonora, interpretada por el grupo musical de la Royal Life Guards, tocó canciones españolas como El Relicario de José Padilla o Amparito Roca de Jaime Texidor, entre otras. Además, sonó Viva la vida de Coldplay y La Sorella March de Charles Borel-Clerc.
Este 6 de noviembre fue un gran día para estas casas reales europeas las cuales, después de cuatro décadas, demostraron su intención de fortalecer su unión, de dar un impulso a su relación económica y de intensificar la lengua y cultura española.
En la mañana de este martes, día 7, los Reyes han homenajeado a los soldados caídos en la Ciudadela, y han visitado el Ayuntamiento y la Universidad de Copenhague. Al mediodía, Felipe visitará el parlamento de Dinamarca y Letizia recorrerá junto a Mary los pasillos del Hospital Mary Elizabeth, el futuro hospital del Rigshospitalet para niños, adolescentes, mujeres embarazadas y sus familias.
Por la tarde, los Reyes inaugurarán junto a la Reina de Dinamarca, Federico y Mary una exposición sobre Sorolla y artistas contemporáneos españoles en el centenario de su fallecimiento. La jornada terminará con una cena parecida a la del pasado lunes. El miércoles 8, Felipe y Letizia regresarán a España.