Todos los ojos estaban puestos este sábado, 6 de mayo, en el príncipe Harry (38 años), que aceptó acudir a la coronación de su padre, el rey Carlos III (74), pero sin tener un papel significativo en el evento, dada la relación evidentemente tensa que mantiene con su familia.
Un distanciamiento que comenzó en 2020, cuando su mujer, Meghan Markle (41), y él mismo decidieron desvincularse de las labores reales y abandonar el Reino Unido. Sin duda, esa situación se agravó en el momento en el que salió publicado su explosivo libro de memorias, En la sombra (un título que hoy cobra bastante sentido a la vista de los desaires que Harry está sufriendo por parte de la Casa Real británica).
Vestido con un elegante frac -sin galones representativos de la Corona, como sí los ha llevado su hermano, Guillermo-, Harry llegó con gesto relativamente serio a la puerta de la Abadía de Westminster. Sin embargo, pareció relajarse tras acceder al interior de la iglesia, algo que hizo mientras caminaba y charlaba con sus primas, las princesas Eugenia (33) y Beatriz (34) de York, y los maridos de ambas.
Se publicó que el duque de Sussex presenciaría la ceremonia sentado varias filas detrás de otros miembros de la realeza. Lo cierto es que el hijo de Lady Di ha sido sentado en la tercera fila, donde también decidieron colocar al príncipe Andrés (63), concretamente entre el marido de Eugenia, Jack Brooksbank (37), y la princesa Alejandra (86), prima de la difunta reina Isabel II.
Según fuentes cercanas a la Familia Real británica, nunca estuvo previsto que Harry se uniera hoy a los nuevos monarcas del Reino Unido en el Palacio de Buckingham, participara en la llamada procesión de coronación, acompañara a su familia para el tradicional saludo desde el balcón de Buckingham o, incluso, apareciera en las fotos oficiales. Aunque se ha publicado que sí estaría invitado a almorzar en el Palacio de Buckingham después de la coronación.
El duque de Sussex aterrizó este viernes por la mañana en el aeropuerto londinense de Heathrow, en un vuelo comercial procedente de Los Ángeles, y por lo visto se alojó en Frogmore Cottage, la casa ubicada en los jardines del Castillo de Windsor en la que vivía con su esposa antes de que ambos se apartaran de la Corona.
Si no hay cambios de última hora, el duque de Sussex abandonará el Reino Unido esta misma tarde, tras la ceremonia de coronación, para regresar a California junto a su familia: su hijo Archie cumple cuatro años este sábado, y él quiere estar allí para celebrarlo.
Asimismo, ya desde hace un tiempo se sabía que Harry acudiría al evento solo, pues Meghan Markle decidió quedarse en California, donde la familia reside, al cuidado de sus hijos. La última ocasión en la que pudo verse a la estadounidense compartiendo tiempo con su familia política fue el pasado mes de septiembre, durante el funeral de Estado de Isabel II, en el que se la pudo ver llorando junto al féretro de la abuela de su esposo.