Este pasado sábado 29 de abril, una semana después de su boda civil, Alexandra de Luxemburgo (32 años) y Nicolas Bagory celebraron su enlace religioso en la iglesia de San Trófimo, en Bormes-les-Mimosas, una de las localidades más bonitas de la Provenza francesa, zona en la que la novia veranea desde hace décadas. La ceremonia fue oficiada por el obispo de Frejus-Toulon, Dominique Rey. 

Alexandra eligió un look nupcial de Elie Saab, el mismo diseñador que vistió a su madre, la gran duquesa María Teresa (67). Entre los invitados estuvieron los hermanos de la novia, así como los familiares más cercanos de Nicolas Bagory, un filólogo de origen francés que, oficialmente, ya forma parte de la familia Gran Ducal.

[El Gran Ducado de Luxemburgo desvela el programa de la boda civil entre Alexandra y Nicolas] 

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    Enrique de Luxemburgo y su hija

    La novia llegó a la iglesia acompañada de su padre, el gran duque Enrique de Luxemburgo. Como manda la tradición, fue él el encargado de llevarla hasta el altar. Eran poco más de las 16:00 horas y, finalmente, quedaba al descubierto los detalles del vestido de Alexandra. 
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    El 'look' de la novia

    Alexandra de Luxemburgo eligió un vestido nupcial de Elie Saab, quien también vistió a su madre. La novia lució un traje sobrio que el diseñador presentó en las pasarelas de 2022. Tiene escote pico y un entrelazado desde el pecho hasta la cintura que le dio el punto original al look. La falda es de corte recto y se completaba con una ligera cola. La hija de los Grandes Duques también lució un velo detrás de su peinado: un recogido messy decorado con una histórica tiara. Como manda la tradición, llevó un ramo, discreto y elegante, que no restaron protagonismo a su estilismo.
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    Una tiara histórica

    La tiara que elegiría la novia era uno de los detalles que más causaba expectación entre los invitados. Alexandra, finalmente, se decantó por una pieza histórica que ha trascendido generaciones. En concreto, la Chaumet Chocker, elaborada por la mítica joyería francesa. Su base es de diamantes y, originalmente, lleva unas perlas en la parte superior. Sin embargo, la hija de los grandes duques prescindió de este detalle. 

    La joya la adquirieron sus abuelos paternos, el gran duque Jean y la gran duquesa Josefina Carlota, a finales de la década de los 70 en una subasta. Es una tiara tan flexible ya que puede convertirse en un collar tipo chocker.
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    María Teresa de Luxemburgo

    Quien más sorprendió con su estilismo fue la madre de la novia, la gran duquesa de Luxemburgo. Al igual que su hija, confió en el diseñador Elie Saab, quien la vistió con un original mono de la colección Ready To Wear 2023. Se trata de un diseño negro y verde de escote asimétrico y una enorme flor que decoraba su hombro derecho. Como complemento, eligió un clutch a tono con el traje. 

    María Teresa de Luxemburgo entró a la iglesia con el hermano de su yerno. 
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    Nicolas Bagory y su madre

    Antes de la ceremonia, el novio posó feliz al lado de su madre, quien se decantó por un vestido azul celeste, de corte midi, manga larga, botonadura frontal y un delicado estampado floral. Lo completó con un bolso de mano beige, a tono con sus zapatos. Nicolas, por su parte, lució el clásico chaqué. 
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    Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo con Charles

    Los herederos, Guillermo y Stéphanie, llegaron media hora antes que la novia junto a su primogénito, Charles. Ella, que dio a luz a su segundo hijo el pasado marzo, se decantó por un vestido azul noche y decorado con pedrería, de Paule Ka. El hermano de Alexandra de Luxemburgo, por su parte, lució el clásico chaqué. 
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    Los príncipes Félix y Claire con sus dos hijos

    Claire, la otra cuñada de Alexandra de Luxemburgo, eligió un vestido rojo de lentejuelas y off shoulders, del diseñador Zuhair Murad. Nada más llegar a la iglesia posó muy sonriente junto a su marido, hermano de la novia, y sus dos hijos, Amalia y Liam. 
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    Louis de Luxemburgo con sus hijos

    El príncipe Louis, hermano de la novia, llegó acompañado por sus hijos, Gabriel y Noah, luciendo el clásico chaqué. Los adolescentes, por su parte, se decantaron por un elegante traje. Cada uno le dio su toque personal, eligiendo diferentes corbatas. 
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    Los recién casados

    Tras concluir la ceremonia, en la que estuvieron rodeados de sus familiares y amigos más cercanos, los recién casados salieron de la iglesia sonrientes y algo tímidos. Aunque en varias ocasiones le pidieron que se intercambiaran un beso, Alexandra y Nicolas no accedieron y prefirieron reservarse este romántico gesto para otro momento. 
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    El momento más anecdótico

    Tras la ceremonia, los recién casados se desplazaron a la recepción en un clásico coche que condujo Nicolas. Fue entonces cuando se dio uno de los momentos más anecdóticos de la celebración. El novio no lograba arrancar el automóvil y fue la novia, Alexandra de Luxemburgo, quien desde el asiento del copiloto tuvo que ayudarle. Finalmente, se despidieron de sus invitados, por algunos instantes, cómplices y felices. 
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