Es como una obligación. Una vez a la semana Letizia (50 años) tiene un acto -suelen ser en Madrid- de los que llamamos aburridos y feos. Son dos adjetivos poco apropiados y no queremos ofender porque somos conscientes de la importancia de este tipo de eventos en su agenda. Pero estilísticamente hablando son justo eso.
Pues en la mañana de este 31 de enero, día frío en la capital española, tocaba una de esas reuniones. Letizia se encontró a las 10:30 horas con los Centros Asociados a la Federación de Enfermedades Raras, un tema siempre presente en su agenda y que celebra su día mundial el 28 de febrero.
La esposa de Felipe VI (55) quiere dejar claro que lo importante es el tema y el lugar, y que lo que lleva para esta cita es una mera anécdota. Así que el look de este martes ha seguido esa línea: aburrido, serio y formal, con el negro como protagonista absoluto.
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Para los primeros momentos del acto, que han tenido lugar fuera, la Reina ha elegido un abrigo, de los muchos que tiene, en color negro. De corte batín, no tiene botones y se cierra como una bata, con un cinturón ancho. Se trata de un modelo de Carolina Herrera, que ha estrenado este invierno, y que tiene su mejor detalle en las mangas flare. Si no fuera por ellas, sería como los muchos que cuelgan en su armario.
Lo mejor del look ha sido que la Reina ha encontrado la mejor solución a su problema de pasar frío porque no le gustan ni los calcetines ni las medias: las botas calcetín. Este martes ha lucido un modelo tan ajustado con el que seguro ha podido hacer frente a las bajas temperaturas de la capital. Se trata de un diseño reciente, ya que aunque se parecen a las de UNISA que llevó hace poco, tienen el tacón distinto. Creemos que son nuevas.
No sabemos si lo ha hecho con toda la intención o no, pero el vestido que llevaba debajo del abrigo lo estrenó hace justo un año. Letizia, en concreto, ha lucido un modelo que sólo se había puesto antes una vez. Lo mostró el 31 de enero de 2022 a su llegada a Viena para llevar a cabo un viaje oficial a Austria junto a al rey Felipe VI.
Es un diseño midi de estampado de cuadros pata de gallo, con cuello redondo, cuerpo ajustado y falda de vuelo. Lo firma Pedro del Hierro, una de sus marcas españolas favoritas. Aunque entonces lo elevó con grandes pendientes de perlas y salones clásicos, esta vez no hacía falta tanto y lo ha dejado un poco más casual.
Lo más llamativo del look han sido los pendientes. Letizia ha recuperado una joya de oro blanco y 17 diamantes realizado por joyeros cordobeses y que, precisamente, llevó en Córdoba hace 18 años.
Entonces, la Asociación de Joyeros San Eloy, de Córdoba, manifestó su agradecimiento a Letizia, en ese momento Princesa de Asturias, por haber escogido unos pendientes de confección local. "Nos llena de orgullo", expresaron en aquella ocasión. En cuanto a las joyas, la esposa de Felipe VI también ha apostado por el nuevo anillo del que no se desprende desde que se lo regalaron las pasadas navidades.
Este miércoles, 1 de febrero, volveremos a tener un look para ver, comentar y olvidar, ya que tendrá audiencias en el Palacio de la Zarzuela, así que no esperamos nada emocionante.