La publicación de Spare, el libro en el que el príncipe Harry (38 años) narra su biografía y habla sin tapujos sobre los miembros de la Familia Real británica, sigue marcando la actualidad en Reino Unido. No solo porque se siguen analizando con detalle las palabras del hijo pequeño del rey Carlos (74), también porque ha centrado el foco en los protagonistas involuntarios del ejemplar.

Una de esas personas es la reina consorte Camilla (75), una de las más perjudicadas. No solo se refiere a ella como "la otra mujer", también la tilda de "peligrosa". Es más, la señala como una de las culpables en el desmoronamiento del matrimonio de sus padres y de la desaparición de Diana de Gales, pero también de haber filtrado conversaciones privadas a la prensa. 

Una gran cantidad de acusaciones que han provocado que este miércoles 18 de enero, en el que se ha producido la esperada reaparición pública de Camilla, todas las miradas estuvieran puestas en ella. Para conocer los detalles de esta vuelta al trabajo, EL ESPAÑOL ha contactado con Sonia El Hakim, experta en comunicación no verbal y directora del Máster en Comunicación No Verbal y Habilidades Directivas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, quien ha analizado al detalle las imágenes de su jornada laboral, una visita a la universidad de Aberdeen.

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Pese a la gran expectación, lo primero que señala El Hakim es que "no hay diferencia respecto a su línea base de comportamiento. Es decir, está haciendo su trabajo, de forma profesional y no hay diferencias con respecto a otras ocasiones". Camilla no se muestra incómoda en ningún momento, así como tampoco insegura, pero sí que ha cambiado en un sentido. 

Sí que llama la atención es que se muestra más cercana de lo que estamos acostumbrados a ver en la Familia Real inglesa", afirma la experta en comunicación no verbal, que también aprecia una gran diferencia en su actitud con respecto a la anterior reina Isabel II. Una actitud con la que, en apenas unos meses, ha logrado superar a la que fuera su suegra, que siempre derrochó profesionalidad, pero también fue más distante.

"Camilla Parker se muestra más cercana con respecto a otros miembros, y esto se muestra gracias a diferentes acciones no verbales", continúa. El primero sería el canal háptico, que se refiere al tacto. "Ella da dos besos a modo de saludo, algo raro en una reina, especialmente en una cultura de bajo contacto como es la inglesa, donde la gente se toca menos que en España. Es algo llamativo y muestra cercanía".

Y continúa: "Lo vemos también en el rapport con los niños, ya que se agacha para estar a su altura, algo muy positivo porque conecta con ellos. Es una forma muy positiva de comunicar. También utiliza una orientación corporal dirigida hacia quien habla, algo también muy positivo en comunicación no verbal. Además, está sonriente en cada momento, por lo que transmite y ayuda a comunicar esa cercanía, esa accesibilidad que no se veía en la anterior Reina".

Para Sonia El Hakim la Reina consorte demuestra tener una actitud muy positiva. De hecho, no duda al afirmar que si en el pasado no hubiera sido protagonista de polémicas a día de hoy sería una de las personas más populares de la Casa Real británica.

"Su forma de comunicar es positiva, cercana y tendente a buscar empatizar con quien interactúa. Su experiencia de vida le hace sobrellevar las situaciones difíciles. Aunque quizás no estuviera contenta, se sobrepone y ya está", sentencia.