Nueva bomba informativa, con tintes de documental, detonada intramuros del palacio de Buckingham. Este jueves, día 15 de diciembre, Netflix estrenó el cuarto, quinto y sexto capítulo de Harry y Meghan, la serie en la que los duques de Sussex comparten su complejo recorrido dentro la Familia Real británica: desde sus comienzos hasta la salida de la institución.
Es en el capítulo cinco cuando la pareja desvela exactamente cómo decidieron dejar de estar en la primera línea de la Corona. Los responsables máximos a los que señalan Meghan y Harry son los medios de comunicación. Los tabloides de Reino Unido, según ellos, no paraban de inventar historias sobre la duquesa de Sussex, iniciando "una campaña de odio, machismo y racismo" contra ella.
En algunos casos, y así se afirma en el episodio, con la aprobación e incluso la ayuda de ciertos miembros de la institución, por la filtración de determinadas informaciones sobre su intimidad. A finales de diciembre de 2019, el príncipe Harry llamó a su padre, el actual rey Carlos III (74) para decirle que tenía un plan. Querían vivir en Canadá, pero seguir trabajando en nombre de la reina Isabel II. Si tenían que volver a su país para presidir actos concretos, los Sussex lo pagarían de su bolsillo.
La idea de abandonar Reino Unido era inminente e incluso llegaron a barajar otros destinos: Nueva Zelanda y Sudáfrica fueron también opciones. Este último país, donde Meghan y Harry pretendían estar vinculados laboralmente a las diferentes organizaciones de la Corona, fue aprobado por el palacio. Sin embargo, la información acabó filtrándose a The Times.
La desesperación de Harry por el asedio de los medios y el temor por la seguridad de su esposa y su hijo, Archie (3), llegó a tal punto que decidió escribir correos electrónicos a su padre los días 1, 2 y 3 de enero de 2020. En ellos deslizó la posibilidad de renunciar al ducado de Sussex si fuera necesario.
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"La institución filtró que teníamos pensado mudarnos a Canadá y la pieza clave de esta historia es que el contenido de la carta a mi padre también se publicó", comenta el hijo pequeño de Lady Di. Al darse cuenta de que la comunicación con su progenitor era imposible, el duque de Sussex pide audiencia con su abuela, que le dice que vaya a verla, que no tenía actos programados para esa semana.
"Le dije a mi abuela que volveríamos el día 6. Me dijo que fuera con Meghan a tomar el té para vernos. Ella sabía que lo estábamos pasando mal", explica Harry, y prosigue su esposa: "Al montarnos en el avión para volar desde Vancouver directos a Heathrow, Harry recibió un mensaje urgente que decía que la Reina no nos podía recibir porque estaba ocupada".
El 8 de enero, Meghan y Harry emiten el comunicado en el que informan de que habían decidido "dar un paso atrás" en los deberes institucionales de la Familia Real, pretendían mudarse a Norteamérica y ser "independientes económicamente". Tras este jarro de agua fría para todos, el 13 de enero, la Reina organiza una reunión familiar de urgencia en Sandringham para idear cuál sería la forma más idónea para la marcha de Harry.
Un tenso encuentro del que no sacaron nada en claro y del que Harry guarda un más que agrio recuerdo. "Pasábamos allí todas las Navidades y ahora estaba ahí bajo unas circunstancias muy distintas. Entré con la misma propuesta que habíamos hecho públicamente. Ellos me dieron cinco opciones. La primera, con todo y sin cambios; la quinta, fuera de todo. Yo elegí la tercera: mitad dentro, mitad fuera. Es decir, tener nuestros propios trabajos, pero también trabajar para la Reina. Enseguida entendí que esa propuesta no estaba sujeta a debate ni era una opción para ellos", declara el duque.
"Fue horrible tener a mi hermano gritándome, a mi padre diciendo cosas que no eran ciertas y a mi abuela, la Reina, allí, en silencio, sin hacer nada, asimilándolo todo", concluye. El encuentro familiar, el gabinete de crisis, a todas luces, terminó sin un plan claro para Meghan y Harry. Días después, el príncipe Guillermo declaraba: "Siempre he apoyado a mi hermano pequeño, pero ya no puedo más". La brecha entre ellos hoy es más profunda que nunca.