Tras conocerse la visita de los príncipes de Gales a Boston, que ha tenido lugar este pasado miércoles 30 hasta el viernes 2 de diciembre, la gran duda era si habría un reencuentro con los duques de Sussex. Si bien las posibilidades eran remotas, pues es de sobra conocida la tensión que existe entre los hijos de Carlos III (73 años) y sus esposas, según fueron pasando las horas se entendía que era algo que no iba a suceder.
El príncipe Guillermo (40) y Kate Middleton (40) llegaron a la ciudad estadounidense con una idea clara: representar a la Casa Real británica y blanquear la imagen que tiene en el país americano, donde gran parte de la población tiene más simpatía por los Sussex. Sin salirse en ningún momento de su agenda, los también duques de Cambridge mostraron su lado más amable, dándose auténticos baños de masas y demostrando que se está trabajando por renovar a la institución.
Pero pese a esta buena intención, la pareja real tuvo que hacer frente a una "semana dolorosa", una definición que aplican algunos de los trabajadores de Buckingham tras conocerse que el próximo 8 de diciembre se estrenará la esperada serie documental de los duques del príncipe Harry (38) y Meghan Markle (41).
La pareja eligió el segundo día de la visita de los príncipes a Boston para lanzar el tráiler del documental. Una decisión que hizo saltar las alarmas en la Casa Real británica, que está especialmente atenta a todas las apariciones públicas de los Sussex tras su polémica entrevista con Oprah Winfrey.
Si bien habrá que esperar unos días para conocer las reacciones, en el avance Harry y Meghan ya dan a entender que levantarán ampollas. En este tráiler, a través de diferentes fotografías y vídeos en blanco y negro, se puede ver a Meghan llorando y a Kate con el rostro serio y firme. De fondo, el príncipe Harry dice: "Nadie ve lo que sucede detrás de las puertas cerradas. Tuve que hacer lo posible para proteger a mi familia". La última palabra la tiene la exactriz: "Cuando hay tanto en juego, ¿no tiene más sentido escuchar nuestra historia de nosotros?".
Y aunque esta ha sido la gran bomba mediática de la semana, los príncipes de Gales han tenido que capear otras apariciones de los Sussex, que al igual que ellos parecían tener una agenda repleta en esos días. Por un lado, publicaron un video anunciado los Invictus Games del próximo año en Düsseldorf y, por otro, compartieron unas fotografías de Meghan en una charla sobre empoderamiento femenino.
Si bien podría ser casualidad, fuentes consultadas por el medio The Sunday Times creen que no ha sido coincidencia. "Han elegido un momento feo, malicioso y patético", ha asegurado una de estas fuentes reales, mientras que otra opina que Harry y Meghan “no necesitaban lanzar el tráiler en medio de la visita oficial”.
Por si fuera poco, los duques de Cambridge también han tenido que salir al paso tras el sonado escándalo protagonizado por Lady Susan Hussey (83), exdama de honor de Isabel II, a quien se ha acusado de racista. La víctima de esos comentarios fue Ngozi Fulani, directora de la ONG londinense Sista Space, quien acudió el pasado 29 de noviembre a una reunión promovida por la reina consorte Camilla (75) con más de 300 representantes de entidades benéficas que luchan contra la violencia a las mujeres.
En medio de la velada, según ha denunciado Fulani, Susan Hussey le preguntó insistentemente de qué parte de África era, mientras que Fulani le respondía de manera persistente que ella era de nacionalidad británica. Si bien el palacio calificó este hecho como algo "profundamente lamentable", expulsando rápidamente a Hussey de los círculos del palacio después de más de seis décadas de servicio, el príncipe Guillermo también quiso mostrar su disconformidad y desagrado.
"El racismo no tiene cabida en nuestra sociedad", dijo el hijo de Diana de Gales a los medios en Boston. Además, tachó los comentarios como "inaceptables y profundamente lamentables", aprovechando para pedir sus "más profundas disculpas por el daño causado".
Pese a todos estos acontecimientos, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han salido airosos. Son muchas las fotografías y vídeos que quedan de su viaje a Boston en el que se puede ver lo queridos que han sido. No es para menos, significan la renovación de la Casa Real, un papel que se toman muy en serio.